EL PAíS
Otras voces
- Bloque socialista de diputados nacionales: “Alfredo Bravo fue un maestro y un luchador incansable que cambió el rumbo del socialismo argentino. Desde su banca, la prensa y la militancia social y partidaria, combatió sin desmayo la mendacidad, el autoritarismo, la impunidad, la entrega del patrimonio público y los privilegios de los poderosos que sembraron la muerte, la miseria, el desamparo y la frustración. Con la muerte de Bravo, los socialistas y los luchadores por una sociedad más justa pierden a uno de sus mejores exponentes”.
- Darío Alessandro (titular del bloque de diputados nacionales del Frepaso): “El fallecimiento de Alfredo Bravo es para mí algo muy afectivo. Yo lo rescato como persona. Era una de las personas más nobles y honestas de la política, con gran compromiso, que se supo ganar el afecto de todos. Su figura trascendía los márgenes de su partido. Todos, más allá de que no coincidieran políticamente, se sentían identificados en él. Era socialista, pero representaba el pensamiento de todos los que tienen una concepción progresista y solidaria de lo que debe ser la política”.
- Francisco “Barba” Gutiérrez (diputado nacional del Polo Social): “La desaparición física de un luchador por los derechos humanos consterna a todos los seres de buena voluntad. Pero la muerte del maestro instala el dolor de la pérdida imposible de reemplazar en todos su discípulos. Nuestro país, muchas veces paradójico y otras tantas injusto con los hombres que hacen escuela a través de sus acciones, seguramente a partir de hoy lamentará el deceso de un hombre único. Quienes lo conocimos y respetamos estaremos de duelo permanente, como así también nuestro pueblo, que reconoce y reconocerá siempre la conducta recta y el espíritu de lucha del maestro Alfredo Bravo, vigente en la acción por le bien del futuro nacional, como un camino trazado hacia la felicidad de la Patria. Su corazón, tantas veces lastimado ante las injusticias contra los más pobres y contra su propia persona, se rebeló definitivamente. Espero que su memoria, en la memoria de todos los argentinos, no descanse, permanezca viva y elocuente, aportando su fe y su voluntad en la confianza de un país mejor, libre y honesto, como lo fue en vida el propio Alfredo”.