EL PAíS
Dos modelos en conflicto
–A su criterio, ¿existe hoy libertad sindical en Argentina?
–En realidad, la cuestión pasa por el debate de dos modelos, un debate que está instalado en el mundo: el modelo de unicidad (sindicato único por rama) y el modelo de pluralidad. Si entramos al tema por el planteo de la Organización Internacional del Trabajo, la verdad es que nunca ha cuestionado al modelo sindical argentino. Y si hay un organismo custodio de la libertad sindical en el mundo, es la OIT. ¿Qué es lo que dice, en todo caso? Que acepta la legislación argentina, y lo único que formula son algunas observaciones. Pero eso no es decir “cambien el modelo y vayan a un modelo de pluralidad sindical”, porque también sería imponer un modelo. Así que en este tema, y se lo hemos dicho a Víctor De Gennaro (secretario general de la CTA), nosotros vamos a seguir adelante tratando de respetar las observaciones de la OIT. Y yo creo que también están pensando en hablar entre ellos, entre las centrales sindicales, para buscar un consenso.
–Más allá de los dos modelos, está el tema de si hay real democracia sindical en los gremios.
–La democracia sindical es otro tema, un problema que lo resuelve cada organización. Todo sistema es perfectible. Si la democracia sindical implica la posibilidad de elegir, de ser elegido, de tener procesos electorales transparentes, de la mayor participación de los trabajadores, en la Argentina existe, en mayor o en menor medida. Que se pueda profundizar la democracia sindical es un tema para debatir. Lo que se puede decir con seguridad es que no hay falta de democracia sindical. Me parece que negar esto es una exageración que no merecen los trabajadores.