EL PAíS › CRITICAS DE LA CTA, ALERTA EN LAS DOS CGT
Un frente gremial tormentoso
Por Diego Schurman
De aliados estratégicos a enemigos irreductibles. Las dos CGT peronistas amenazan con abrir otro frente de tormenta al Gobierno. El anuncio de Eduardo Duhalde de demorar el pago de salarios en la administración pública no hizo otra cosa que poner en relieve una reacción sindical que se venía gestando gradual y silenciosamente.
En la central oficial de Rodolfo Daer –quien siempre reconoció su inclinación por la candidatura presidencial de José Manuel de la Sota–, la queja estaba a flor de piel entre los dirigentes de gremios de servicios, en especial los “premiados” durante las mismas privatizaciones que ralearon sus sindicatos.
El Gobierno había logrado un prudente silencio y rescatado generosos elogios (el jefe cegetista dijo que Duhalde es un “valiente”) después de restablecer el punto de aporte patronal para las obras sociales quitado en los 90. Los “gordos” también se mostraron contentos con el nombramiento de Ginés González García en el Ministerio de Salud, un sanitarista que ha sabido colaborar con varios de sus gremios.
Pero al escuchar de la imposibilidad de afrontar sueldos, Daer no tuvo otra alternativa que azuzar con la posibilidad de un “estallido”, una palabra que aterra al Duhalde. “Yo le reconozco méritos por la designación de Ginés, pero tengo muchas dudas de su equipo económico”, señaló a Página/12 el titular del gremio de sanidad, Carlos West Ocampo.
En la CGT rebelde de Hugo Moyano siempre hubo un mayor compromiso con Duhalde. Juntos se inclinaron por la candidatura presidencial de Carlos Ruckauf. Pero en voz baja convocaron ahora a un Comité Central Confederal donde seguramente se aprobará una movilización.
Las razones de la vuelta del camionero a la calle son varias. Pero el abogado de los rebeldes, Héctor Recalde, acercó una básica: “El proyecto de Presupuesto no refleja el camino de la alianza que prometió el Presidente. La licuación de los pasivos no tuvo como compensación un impuesto a las altas ganancias”, dijo.
Con un argumento similar, la CTA de Víctor De Gennaro hará su protesta el miércoles en la Plaza Congreso. Se trata del sector sindical que ha ganado presencia con las marchas de los piqueteros. Y que ahora –por nuclear a los gremios de la administración pública– promete profundizar su plan de lucha.
Si bien esta central está apartada de la interna peronista, Duhalde tiene línea directa. Pero con las CGT parece haber más chances de llegar a un entendimiento. Tanto la rebelde como la oficial participan de la Mesa de Diálogo y seguramente el Gobierno aprovechará ese ámbito para buscar bajar los niveles de la confrontación.
Ayer mismo inició su política de seducción, asegurando que las prioridades son los planes sociales, las jubilaciones y los salarios. Y como si fuera poco, prometiendo 2 millones de nuevos empleos.