EL PAíS
Culpables por no comer
La presidenta de la cooperadora, Mary Muñoz, cuenta que “la inquietud de muchos papás cuando venían a anotarlos era saber si este año iban a tener la merienda reforzada”. En la provincia los proveedores de los comedores no cobran desde noviembre. Pero ahora con la devaluación se agrega un problema más. “Además de regularizar los pagos, tienen que aumentar las partidas, nunca fue suficiente y ahora menos.” Cada alumno tiene asignados 15 centavos para la leche, 30 para la merienda reforzada y 60 para el comedor. “Esto siempre fue poco, pero ahora hay que aumentar las partidas porque el hambre está instalado y no espera las decisiones políticas”, se indigna la vicedirectora de la EGB 7. “Cuando los chicos tienen el estómago vacío se les hace difícil aprender a escribir y a leer”, recalca la maestra, quien tiene un alumno que se desmayó en el aula porque hacía bastante que no comía. “Cuando son más chicos te dicen que no comieron, pero los más grandes tienen vergüenza como si fuera su culpa no tener para comer.”