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El Gobierno fijó retenciones a las exportaciones. La medida redundará para el Estado en un ingreso de alrededor de 1400 millones de dólares anuales, lo que al cierre de ayer del dólar mayorista equivale a unos 2812 millones de pesos. Aunque la suma es realmente importante, se trata todavía de una parte menor de la renta ganada por ruralistas e industriales con la mejora en el tipo de cambio. Al hacer el anuncio, Jorge Remes Lenicov también dijo que se mantienen las retenciones petroleras, aunque reconoció que siguen las presiones para que sean removidas. Otra de las medidas comunicadas por el ministro de Economía es la emisión de tres bonos para dar una nueva opción a los ahorristas atrapados en el corralito. Y con eso, dio por cerrado el capítulo de flexibilización de las restricciones bancarias.
u Retenciones sí, impuesto no. El Gobierno ha mostrado una actitud zigzagueante respecto a qué sectores empresarios favorece con las medidas para acomodar los efectos de la devaluación. En el caso de las retenciones y de la política impositiva no ha seguido una línea inequívoca. Por ley se fijaron retenciones del 20 por ciento al crudo, que recién entraron en vigencia el último viernes. Sin embargo, Remes Lenicov admitió que “seguimos negociando” con las empresas del sector, que ofrecen el pago de una suma fija, una única vez, en lugar de liquidar las retenciones por sus ventas al exterior.
Los sectores rural e industrial habían sido librados de tributar por sus exportaciones, con lo cual toda la suba del dólar respecto al uno a uno de la convertibilidad se convirtió en ganancia. Fue una decisión política que tomó Duhalde en cuanto asumió el poder, buscando favorecer a aquellas actividades, sin hacer distinción por el tamaño de las explotaciones o de las fábricas. El Estado resignaba recursos que necesita, como se presentó ahora la medida, para financiar planes sociales. Siempre preocupado por la situación fiscal, el FMI también hizo conocer su disgusto por la no imposición de retenciones a ruralistas e industriales. Remes podrá mostrar a la misión del organismo que llega mañana a Buenos Aires que el Gobierno tomó nota de esa demanda y actuó en consecuencia.
Las retenciones, de todos modos, serán “transitorias”, aunque Remes no precisó hasta cuándo estarán en vigencia. El nivel fijado es de 10 por ciento para los productos primarios y de 5 por ciento para las manufacturas de origen agropecuario e industrial, estas últimas, netas del contenido importado de la producción. Ruralistas y fabricantes de alimentos ofrecieron la semana pasada al gobierno aportar 1500 millones de pesos en lugar de pagar las retenciones. La noticia fue promocionada como una forma de ayudar al financiamiento de planes sociales, en el marco de acuerdos de la mesa de diálogo social. Sin embargo, el verdadero fin de esa oferta era escapar a las retenciones, del mismo modo que lo intentan los petroleros.
Otro anuncio que el gobierno había dejado trascender que haría Remes Lenicov era la implantación de un impuesto para las empresas beneficiadas con la pesificación, cuya facturación supere los 2 o 3 millones de dólares anuales. En su edición de ayer, Página/12 informó que Economía se resistía a tomar esa medida, impulsada por el propio Duhalde. Finalmente, Remes sostuvo que el tema está “bajo discusión” y que por ahora no hay novedades (ver aparte).
u Un bono para salir del corralito. Con más de tres semanas de demora, Remes Lenicov dio a conocer detalles sobre la emisión de tres bonos que los ahorristas podrán comprar con los plazos fijos retenidos en el corralito. Dos de ellos serán en dólares y el otro en pesos, con diferentes plazos, tasas y montos que podrán invertirse (ver recuadro). El ministro indicó que con esa medida se termina la flexibilización del corralito. “Hemos llegado hasta acá. Si abriéramos más el corralito tendríamos no pocos problemas. Estas son las medidas posibles y es lo máximo que podemos hacer”, remarcó. Los bonos serán pagados por elEstado, que a su vez dejará de liquidarles a los bancos los préstamos garantizados que se pactaron en la Fase 1 del canje de deuda, durante la gestión de Cavallo. “De ninguna manera implica un aumento de la deuda”, aclaró Remes
u Un bono para compensar a los bancos Lo que sí es un fuerte aumento de la deuda es el bono que el Estado les dará a los bancos en compensación por la pesificación de los depósitos a 1,40 y de los créditos uno a uno. “Serán títulos por 14 mil millones de pesos”, puntualizó Remes ante una consulta de este diario. No obstante, en el informe escrito que entregó Economía, figura un bono en dólares por 9 mil millones de dólares y otro en pesos por 1000 millones. Remes seguramente se refería a que el descalce del sistema financiero es de unos 14 mil millones de pesos, a lo que se llegaría con el bono en dólares tomado a 1,40 y el restante en pesos. El título en dólares es a 10 años, con una tasa del 2 por ciento anual. La primera cuota se pagará en febrero de 2005, por lo que habrá tres años de gracia. El título en pesos, en tanto, será a 5 años, con una tasa del 3 por ciento y con la primera cuota a pagarse en mayo de 2003. Ambos bonos se regirán por la legislación argentina.
u Préstamos para salir de la recesión El Banco Nación implementó líneas de créditos para el agro, la industria y las pymes por 1065 millones de pesos. “Es imposible pensar en reactivación sin financiamiento”, subrayó Remes. Además, anunció que los bancos podrán tomar depósitos dólares, que podrán destinar únicamente a prestamos para financiación de exportaciones.