EL PAíS › INVESTIGAN SI UN COMISARIO COBRA COIMAS A PRESOS

Canal Venus para el detenido

Por H. C.

Una de dos: o bien en Bahía Blanca estufas y electrodomésticos funcionan muy mal y su reparación es un negocio sin precedentes, o bien en las cuentas del gasista y reparador de electrodomésticos bahiense Luis Aguado hay algo que no cierra: es dueño de varias propiedades, lotes en un country local, y estuvo a punto de ser titular de una cuenta de 250 mil dólares. Esta segunda hipótesis es la que maneja el fiscal Oscar Duizeide, que llegó a la conclusión de que en realidad Aguado es testaferro del jefe de la comisaría de Médanos, Juan Manuel Caruso. El viernes pasado allanaron la casa de Caruso, la de su suegra, la de Aguado y otra a nombre de su hija. Pero Caruso no sólo es investigado por solicitar los servicios del gasista, sino que además pescaron a un preso de su comisaría pasando las de Caín: el detenido, Fabio Miguens, procesado por desguazar autos, tenía en su calabozo servicio de cable, estaba abonado al canal porno Venus, tenía mesa de ping-pong y los domingos invitaba al comisario a comer asaditos, pollo a las brasas y postres a elección. A Miguens lo trasladaron al penal de Bahía Blanca y le cortaron el cable. A Caruso le quieren cortar el chorro.
Ambas investigaciones, la del colocador de estufas y la del procesado VIP están a cargo de dos fiscalías diferentes. La investigación sobre los bienes de Caruso-Aguado la lleva el fiscal 3 bahiense Oscar Duizeide, y la de Deep Throat Miguens la fiscal 4, Claudia Lorenzo. Ambas investigaciones tienen un personaje en común, el inefable Caruso, y un hilo que las une: el dato de los bienes enmascarados surgió, casi en forma casual, por una escucha telefónica que ordenó Lorenzo al teléfono de la comisaría de Médanos. Lorenzo había recibido una denuncia sobre las ventajas de que gozaba Fabio Miguens en su celda.
Miguens es procesado por dedicarse a la industria automotriz, rubro desarmadero. Inicialmente fue destinado al penal 4 de Bahía Blanca, pero al parecer el penal estaba saturado de presos (al menos esa fue la argumentación) y Miguens aterrizó en la comisaría de Médanos. Allí, según informó el diario local La Nueva Provincia, el detenido fue alojado en una celda con Juan Carlos “el Gitano” Molina, condenado por homicidio en la villa Miramar de Bahía Blanca. La caída de Miguens al Gitano le cayó como una balada del cielo: el desguazador tenía celular, se hizo poner una tevé, contrató un cable y abonó el Venus para ver las joyitas del cine porno. Jugaban al ping- pong, preparaba asados y los domingos Caruso caía a compartir parrillada.
Para investigar al VIP, Lorenzo ordenó pinchar los teléfonos de la comisaría. Y fue en esas escuchas que surgió la punta del gasista Aguado. Fuentes judiciales revelaron a Página/12 parte de esa conversación: un tal Luis (después se determinó que era Aguado) se había enterado de que “le habían abierto una cuenta por 250 mil dólares en el banco Makro-Bansud local y no había querido ir a firmar”. “Le decía que no quería ser más su testaferro, con todas las letras –continuó la fuente–, le quería hacer juicio, le decía ‘me quiero ir a la mierda de acá’, y que ‘vos te querés comer el postre y yo soy un carenciado’.” La fiscalía de Lorenzo envió la escucha al fiscal Duizeide, que allanó la casa de Caruso y la de varios familiares: secuestró nueve boletos de compraventa de lotes del country Bosque Alto, a nombre del gasista, y se trabó embargo sobre la cuenta de los 250 mil, una caja de seguridad de la suegra y se investiga si el gasista tiene otras cuentas. Ambos fueron procesados por enriquecimiento ilícito. Por el momento, Caruso no cantó.

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