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- Sintonía. “La Alianza con Brasil es estratégica en todos los aspectos, y esencial para lograr un nuevo orden internacional.” Lo había dicho de todas las formas posibles, pero la situación merecía otra definición concluyente. Kirchner aprovechó la ocasión. Reclinado sobre la baranda de la cubierta del catamarán, dijo que la integración con Brasil trascendía las discusiones sobre el ALCA y la renegociación de la deuda. “Es estratégica desde todos los planos”, agregó. Con sintonía nada casual, el brasileño Lula dijo lo mismo en la hostería Los Notros, a tres mil kilómetros de Buenos Aires. “Estamos construyendo una cosa no nueva pero sí diferente. La importancia de la integración se da en todos los aspectos”, resumió.
- Argentino. Cristina Fernández de Kirchner respondía las preguntas de los periodistas en un rincón del catamarán. De anteojos negros, escuchó una sobre la coincidencia entre la fecha histórica del 17 de octubre y el viaje a El Calafate con Lula. “¿Si el 17 de octubre es el Día de la Lealtad, esto qué es?”, preguntó el movilero mirando a su alrededor. “Es un día argentino”, contestó la senadora, rápida de reflejos.
- Futebol. La ocurrencia se veía venir. Primero fue en el Tango 01, cuando Lula propuso, con elogiable realismo, que el tan anunciado partido entre Corinthians y Racing se pospusiera “seis meses” hasta que ambos equipos mejoraran sus rendimientos. Kirchner asintió en silencio. Parecía que el cruce terminaba ahí. Pero más tarde, cuando Lula eligió una broma para cerrar la jornada (“La verdadera integración se producirá cuando todos los brasileños sepan bailar tango y los argentinos un samba”), el santacruceño redobló la apuesta. “Cuando la final de la Copa América la jueguen Corinthians y Racing”, propuso como ideal, acaso inalcanzable.
- El otro PT. Con tantos militantes del PT brasileño dando vueltas, el porteño Aníbal Ibarra se inspiró para contar sus andanzas por el Interior al servicio de la transversalidad del proyecto K. Así fue cuando le preguntaron por el “PT” y el jefe de gobierno primero no entendió. Luego le aclararon que se trataba del “Partido de la Transversalidad” e Ibarra rió. Contó, entonces, sus últimos movimientos con el objetivo de construir una fuerza paralela al PJ que respalde al Presidente. Cerca se lo veía a Eduardo Camaño, quien por cierto no demuestra el mismo entusiasmo en la construcción de ese PT.
- Whisky o cerveza. Lula había recordado una anécdota reciente de su Gobierno. Ante los periodistas argentinos, contó que había organizado unas noches de cine en su residencia y que había invitado a la prensa especializada de su país. Pero que las notas que aparecían no decían nada de las películas proyectadas y sí de su intimidad, como que tomaba cerveza y whisky. Por eso, contó Lula, había suspendido esas invitaciones. “¿Pero tomabas whisky?”, le preguntó entonces, curioso y pícaro, Néstor Kirchner. La sonrisa de su invitado bastó como respuesta.