Lunes, 27 de julio de 2015 | Hoy
EL PAíS › EL EMPRESARIO DESAPARECIDO Y SUS NEGOCIOS OSCUROS
Hasta ahora no se conocía la existencia de una relación entre Nisman y Stefanini, que desapareció sin dejar rastro el 17 de octubre de 2014. La causa, en manos de Sandra Arroyo Salgado.
Por Raúl Kollmann
Damián Carlos Stefanini desapareció sin dejar rastro el 17 de octubre de 2014. Ese día fue a un astillero donde construían uno de los tres yates que, aparentemente, eran parte de una inversión. El auto del empresario apareció estacionado en la localidad de Florida, en Vicente López, pero las cámaras de la zona no permitieron establecer si fue el propio Stefanini el que dejó allí el Audi A4 blindado, color negro. Ahora, sobre la sombra del empresario trabajan dos jueces federales. Por un lado, Sandra Arroyo Salgado, jueza federal de San Isidro, aunque la investigación la lleva adelante el fiscal Fernando Domínguez, que trata de esclarecer si Stefanini está o no con vida y, en este último caso, dónde está. Por el otro lado, Rodolfo Canicoba Corral que buscará explicación al hecho de que Stefanini aparece depositando 150.000 dólares en la cuenta del fallecido Alberto Nisman. A estos enormes interrogantes se suma otro más: en el expediente habría llamadas también entre Stefanini y Claudio Alejandro Picón (ver nota central).
Hasta ahora no se conocía la existencia de una relación entre Nisman y Stefanini y, en verdad, la vida de este último es un enorme enigma, incluso para su familia. El empresario, casado con Antonella Ognio, tenía un bebé de unos pocos meses y, según los testimonios, se movía con muchas precauciones, como si estuviera amenazado. En los días posteriores a su desaparición, su suegro, Horacio Ognio –un conocido empresario correntino– insistía en que Stefanini vivía de una fábrica de mesas y sillas de exteriores. Sin embargo, su ritmo de vida y gastos no encajaban con lo que podía producir una empresa chica. Poco a poco fueron creciendo las evidencias de que Stefanini tenía otra vida, más ligada a alguna cueva financiera o a inversiones de dinero en negro. Esto es lo que explicaría su desaparición y así lo entienden ahora su joven esposa y su suegro.
Actualmente no hay un hilo conductor claro que permita establecer por qué en la cuenta de Nisman aparece un depósito de Stefanini. Están las llamadas de Stefanini con Picón y la posibilidad de que éste haya jugado el papel de intermediario. La relación de Picón con Nisman quedó comprobada en al menos tres hechos: el fiscal manejaba una camioneta lujosa propiedad de una empresa de Picón; el cheque de 200.000 dólares de una cuenta de Picón que se encontró en la caja fuerte del departamento de Le Parc, y el fideicomiso del edificio de la avenida Dorrego, en Palermo Hollywood, en el que figura Picón y hay dos departamentos a nombre de Sara Garfunkel, la madre del fiscal. Pero si Picón fue intermediario entre Nisman y Stefanini no queda claro cuál es el motivo de semejante movimiento de dinero.
En el entorno de Stefanini aparecen otras conexiones que llaman la atención, incluso a su familia. Es que los Ognio afirman que Stefanini cambiaba alguno que otro cheque, pero que no hacía operaciones de envergadura. Por lo que va surgiendo en la actualidad, se mencionan movimientos por unos 500.000 dólares al mes.
- Hay llamadas con Guillermo Greppi, titular de la financiera Propyme, un hombre muy conocido en el mundo de las finanzas.
- También hay llamadas con el empresario Hugo Schwartz con quien, aparentemente, estaba asociado en la construcción de alguno de los yates. Schwartz es el impulsor de un monumental proyecto inmobiliario en el Delta, Colony Park, hoy parado por la Justicia por cuestiones ambientales.
- Y hay comunicaciones con Fernando Caparrós Gómez, otro financista, que fue investigado por la financiera Monetización, en la que Sergio Schoklender cambiaba cheques de Sueños Compartidos, la fundación de las Madres de Plaza de Mayo. En la investigación de la desaparición de Stefanini figura también el vínculo de Caparrós Gómez con Jorge Fidalgo, quien cambió cheques a las víctimas del triple crimen de General Rodríguez y la llamada mafia de los medicamentos y la efedrina.
- El entrecruzamiento de llamadas es mantenido en secreto, pero quienes conocen el expediente afirman que hay comunicaciones con lo que fue el Exxel Group y con Eugenio Ecke, el hombre que fue o es socio de Picón.
Todas estas conexiones indicarían que Stefanini estaba en el mundo de las finanzas y las cuevas financieras. La lógica es que allí se encuentren los motivos de su desaparición y todo indica que su ausencia fue forzada, no una fuga por alguna deuda. El suicidio de Mariano Benedit, el financista que apareció muerto en la Costanera Sur a fines de 2014, muestra la vorágine y las presiones del mundo de las cuevas. Y si es cierto que Stefanini estaba en ese mundo, puede ser que eso explique el depósito de 150.000 dólares en la cuenta que manejaba Nisman en Nueva York. O sea que Stefanini habría participado en la transferencia, en negro, de fondos al Merrill Lynch. Habrá que comprobarlo. Y, sobre todo, Canicoba Corral y el fiscal Zoni tendrán que esclarecer el origen del dinero, de dónde salió semejante cantidad de plata.
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