- Música. Desde temprano la música de los Rolling Stones sonaba a todo volumen en el microestadio de Argentinos Juniors. Una banda de vientos, tambores y redoblantes le disputó a los parlantes tratando de imponer la música para consignas e intentar sin suerte estusiasmar a la gente de las entonces, todavía raleadas tribunas. Después llegó la banda de cumbia que arrancó con la marcha peronista. Militantes y dirigentes empezaron a corearla, pero la otra música seguía sonando en los parlantes. El cierre, en cambio, tuvo a “Somos uno” de Axel como protagonista y como lema de la campaña de Sergio Massa.

- Bambalinas. La gente llegó al acto dispersa en micros que venían desde el conurbano. El microestadio tuvo varios claros en las tribunas. Durante bastante tiempo, el estadio estuvo raleado. Hubo rostros de preocupación entre algunos de los organizadores y el comienzo del acto fue demorado. El tema no era menor y algún momento había que comenzar. Felipe Solá, Daniel Arroyo, Roberto Lavagna y el compañero de fórmula del tigrense, el salteño Gustavo Sáenz, salieron al ruedo y saludaron a los militantes. Fue entonces cuando se vio a Massa asomado entre bambalinas para “ojear” el estado del microestadio. Las luces, que se centraron en el candidato y oscurecieron las bandejas superiores, ayudaron a ocultar los claros. Entonces, ingresó Massa ante una militancia que distó mucho de aquella concurrencia que llenó Vélez apenas cuatro meses atrás.