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- Vigilante. Mauricio Macri volvió a aparecer con facturas para los periodistas, fiscales y presidentes de mesa cuando fue a votar. “Traje unas docenitas. Cada vez somos más. Espero que les alcance”, dijo y, de paso, se zampó un vigilante. Aprovechó la oportunidad para volver a hacer lobby a favor de la boleta electrónica. “Con este sistema arcaico no sabremos hasta la madrugada los números de la elección. Va a ser una noche larga”, pronosticó. También se quejó por el robo de boletas, una práctica que circunscribió a la provincia de Buenos Aires. “Algunos entran flacos al cuarto oscuro y salen gorditos”, sostuvo Macri en un discurso que todos sus dirigentes sostuvieron durante toda la tarde a través de las redes sociales.

- Catering. Desde temprano, hubo medialunas y masitas matizadas con café y gaseosas. Luego llegaron las pizzas y las empanadas en un catering mucho menos diverso que otras veces. El equipo de comunicación andaba por los pasillos con intercoms en los oídos. Había hasta estaciones para cargar los smartphones, con llave como los lockers de los aeropuertos. Con un logo de Cambiemos arriba.

- Look japonés. Gabriela Michetti salió al escenario con un particular vestido. Macri lo definió como su “look japonés”. Se trataba de un quimono. Vidal, en cambio, mantuvo un estilo decontracté, con jeans y camisa.

- 60. Sobre el escenario del PRO, Carrió aclaró que no cumple 60 años hasta dentro de dos años. “Es que estoy preparando la fiesta”, dijo. Se refería a una foto de cuando fue a votar por la mañana y en la que se la ve con unos anteojos que dicen “60”. También cruzó chistes con Sanz cuando el dirigente radical abrazó a su compañero de fórmula, Lucas Llach, y le dijo: “Hoy estamos más lindos que ustedes”. Carrió acercó a Toty Flores. “Se puso celosa”, dijo Sanz.