Felipe Solá se convirtió en una de las figuras más destacadas del bunker massista. El candidato a gobernador bonaerense de UNA, que no tuvo competencia interna –estaba en la boleta presidencial de Sergio Massa y su adversario interno, José Manuel de la Sota–, conseguía según los boca de urna del Frente Renovador emparejar y superar a la macrista María Eugenia Vidal. Un dato que sostenían a medias ya pasada la medianoche, cuando con apenas el 16 por ciento de los votos escrutados, Solá aparecía tercero, con casi el 20,5 por ciento, ante el 31,2 de todo Cambiemos y el 37,6 de todo el Frente para la Victoria. “Somos la tercera fuerza y vamos por la gobernación y la presidencia”, soltó el entusiasta candidato bonaerense. “Vamos a seguir haciendo campaña sobre aquellas cosas que más duelen en la provincia. Vamos a seguir haciendo campaña sobre la droga, vamos a seguir haciendo campaña sobre la inseguridad”, anunció Solá, mostrando los ejes en los que insistirá los próximos 70 días, hasta el 25 de octubre. Calificó de “heroicos” a los fiscales renovadores, Agradeció a los bonaerenses, a su compañero de fórmula Daniel Arroyo, a Facundo Moyano que encabezó la boleta de diputados y sobre el escenario ofició de maestro de ceremonias para anunciar el discurso del líder renovador, el último en subir.