El abogado Maximiliano Rusconi salió ayer a defender públicamente a su cliente Diego Lagomarsino, citado a prestar declaración indagatoria por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. “El aporte de Lagomarsino no ha sido relevante. El siempre desconoció el origen del ingreso de los fondos en la cuenta” en el banco Merrill Lynch de Nueva York, aseguró. “Cumplía un rol sólo administrativo”, dijo en una entrevista radial. “Sólo en dos ocasiones puntuales Lagomarsino brindó un auxilio administrativo para que Nisman pague impuestos en Uruguay por un terreno que tenía el fiscal en Uruguay”, afirmó el abogado, aunque aseguró que el técnico informático no participó de una operación de lavado de dinero porque el terreno no estaba declarado en la Argentina. “Para participar del delito de lavado uno tiene que mover dinero en negro hacia un activo declarado, en blanco. De esa manera es que se introduce dinero proveniente de actividades ilegales en el sistema legal. Pero el terreno de Uruguay estaba en negro, así que el movimiento no sería lavado”, explicó Rusconi. “Lagomarsino no tuvo ningún tipo de aporte esencial en este hecho”, concluyó.

Más temprano, antes de que se conociera la decisión del juez, Rusconi afirmó que no le parecía “razonable” que se indagara a su cliente “por hechos que él mismo reconoció o en los que él mismo contribuyó muchísimo a la investigación, dando información fina sobre las cuentas”. Nisman “sumó (a Lagomarsino) a una cuenta histórica familiar como un tercer cotitular luego de la madre y la hermana”, pero “de ningún modo son fondos de él ni vinculados con su economía”, dijo en una de las entrevistas que concedió ayer. Y agregó que “las dos intervenciones” registradas a su nombre fueron para “ejecutar dos transferencias hacia una cuenta uruguaya para el pago de impuestos de terrenos del propio fiscal”. La hipótesis del fiscal federal Juan Pedro Zoni “es errada jurídicamente” porque “está claro que Lagomarsino de ningún modo ha prestado una colaboración ni siquiera en los hechos esenciales”.