El juez Julio Marcelo Lucini votó en forma favorable al pedido de la querella de Sandra Arroyo Salgado y sus hijas. El fiscal de Cámara, Ricardo Sáenz, adhirió al planteo de los abogados de la ex mujer del fiscal para que la fiscal Viviana Fein deje de estar al frente de la causa. Esta postura había sido recibida con sorpresa en tribunales, ya que es por lo menos extraño que un fiscal pida que le quiten el expediente a otro para dárselo al juez. Lucini, en su voto, se refirió a este hecho y además criticó a Sáenz porque consideró que tenía una postura contradictoria. “En la audiencia, las partes tuvieron ocasión de explayarse y, con sorpresa, una de ellas modificó su postura de manera sustancial. El Fiscal de Cámara en un primer momento se había sumado al reclamo requiriendo la intervención de la magistrada, aunque en el escrito de adhesión había omitido especificar por qué no debería concentrarse en cabeza del órgano que él representa” y que podía interpretarse que el mismo órgano que está actualmente a cargo del proceso postulaba no continuar. “La situación, tal como se planteaba, distaba de lo convencional –dijo Lucini–, pero al ser interrogado concretamente respecto del motivo por el cual consideraba que la causa debía continuar bajo la dirección del juzgado, lejos de poder aclarar tal extremo, sólo generó confusión y hasta expuso un argumento que vació de contenido su adhesión al recurso del acusador privado. Veamos. Tras las reiteradas preguntas que le dirigió el Tribunal debido a lo incomprensible de su alegato, concluyó que ningún agravio ocasionaba que la investigación continuara a cargo de la Dra. Fein, dado que no compartía las críticas efectuadas sobre su actuación en el legajo. Su exposición oral consistió primero en decir que Lagomarsino no era imputado y la jueza debía reasumir por los argumentos de la querella a los que se adhirió. Pero luego exigió que la Cámara fuese la que asignara tal carácter y no cuestionó el trámite en manos de la Dra. Fein.”