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Repitiendo la historia del año pasado, el juez de la Corte Suprema Adolfo Vázquez volverá hoy a presentarse en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. En aquella ocasión, Eduardo Duhalde puso un freno a la acusación que llevó adelante la comisión. Antes, Vázquez se limitó a entregar un escrito y retirarse. Ahora, además de su presentación, pidió a los miembros de la comisión permiso para hacer uso de la palabra.
El hecho de por sí marcará otra de las diferencias que rodean a uno y otro juicio político. Para suerte del gran amigo de Carlos Menem, tal como supo definirse Vázquez, en esta ocasión los 15 cargos que enfrenta por mal desempeño son por cuatro causas: Macri, Meller, Magariños y Dragonetti. En la ocasión anterior, los cargos eran por muchas más causas y acusaciones de mucho peso. Claro que no todas son buenas. Ahora, Vázquez deberá enfrentar mayor voluntad política para llevar adelante el proceso de aquellos días en los que Duhalde estaba al frente de la Casa de Gobierno.
Este será el último trámite antes de que los diputados tomen la decisión de acusar o no al magistrado. Luego vendrá la discusión política dentro de cada bloque y finalmente el tema será votado en el plenario del cuerpo. Precisamente ese sería el momento en el que Vázquez podría presentar su renuncia al cargo, tal como trascendió la semana pasada en Tribunales. Desde que comenzaron las investigaciones sobre Vázquez se especuló con que el juez no llevaría su enfrentamiento hasta último momento, como sí está haciendo su ex colega, Eduardo Moliné O’Connor. Entre otras cosas que tiene para defender Vázquez, está su jubilación de privilegio. La que perdería si finalmente es destituido por el Senado.
Para Moliné también se acercan los últimos trámites de su proceso. La Comisión de Asuntos Constitucionales que preside la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner debatirá hoy qué hacer con el sinnúmero de impugnaciones presentadas por la defensa del magistrado. Entre ellas está la recusación a la propia Kirchner y a un sinnúmero de senadores que conforman el tribunal del juicio. Desde que se inició el enjuiciamiento del juez, su defensa recurrió de manera repetida a impugnar y plantear todo tipo de objeciones a la marcha del proceso. Aunque muchas de ellas ya fueron resueltas en anteriores sesiones plenarias del Senado, el escándalo que tanto el magistrado como sus abogados protagonizaron en la última audiencia lleva a que la comisión resuelva todas las cuestiones nuevamente. Esta podría ser la última sesión antes de que se conozcan los dictámenes que definen la suerte del cortesano.