EL PAíS

D’Elía acusa a Castells de ser “un tipo de la cana y del duhaldismo”

 Por Martín Piqué

Palabras duras, acusaciones, sospechas. Desde hace tiempo, Luis D’Elía se ha convertido en sinónimo de polémica. Y esta vez no podía ser la excepción. La explosión de una extraña bomba en el acto del Bloque Piquetero Nacional –que forman la izquierda y el MIJD de Raúl Castells– volvió a dividir a las organizaciones de desocupados. El debate entre los dirigentes piqueteros ya había transitado por acusaciones graves, pero ayer llegó a su punto máximo: D’Elía, que defiende a ultranza al Gobierno, dijo que la explosión en Plaza de Mayo pudo haber sido “una especie de autoatentado” y deslizó una brutal sospecha sobre Castells y Néstor Pitrola (Polo Obrero). “Están necesitando un muerto, y como el Gobierno se plantó firme y no reprime, no me extraña que hayan explotado eso”, afirmó el líder de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV).
En la tarde de ayer, Página/12 habló con D’Elía para que confirmara o no sus acusaciones. No sólo las confirmó sino que abundó en sus imputaciones contra los dirigentes del Bloque Piquetero Nacional. Desde el barrio El Tambo, en La Matanza, donde la lluvia empezaba a inundar las casas y se había cortado la electricidad, D’Elía vinculó a Castells con la Policía Bonaerense y dijo que hace poco recorrió el Chaco “en un coche de la policía”. “Castells es un tipo del duhaldismo y de la cana de la provincia de Buenos Aires”, afirmó. También dijo que en la última semana Castells le preguntó varias veces qué haría si el 20 de diciembre “pasara algo”. “Seis veces al aire Castells me dijo lo mismo: `Si el domingo pasa algo contra nosotros, ¿nos vas a defender?’ Y ahora me pregunto, ¿qué me estaba diciendo este tipo?”, se preguntó D’Elía.
–¿Hablar de un autoatentado no le parece temerario?
–Puede haber dos o tres hipótesis. Puede ser un accidente manipulando bombas de estruendo. Nosotros (por la FTV) en Atlanta tiramos bombas de estruendo. La segunda puede ser un autoatentado, en la que se atan dos o tres bombas de estruendo y se las hace explotar juntas. Y la tercera hipótesis puede ser que haya un tercer sector en discordia. Pero la hipótesis del accidente puede ser medio complicada, porque los muchachos llevan los estruendos en una caja y no las ponen adentro de un tacho. Los peritos por la televisión dijeron que había pólvora negra, que es la pólvora de cohete, de los cohetes que se compran en el kiosco. Ni un explosivo plástico ni un caño. ¿Quién tenía interés político en eso? Hicieron lo posible para generar represión. Inventar una bombita es una posibilidad.
–¿Insiste en que fue un autoatentado?
–Descarto de plano que haya sido el Gobierno. Estos grupos buscan victimizarse, y necesitan muertos. Como no tienen autoritarismo de parte del Gobierno, a ellos les importa tres carajos su gente. A mí Castells, en la última semana me venía diciendo: “Si el 20 de diciembre pasa algo contra nosotros, ¿ustedes van a salir a defendernos?”. Seis veces en los días anteriores nos preguntó eso. Y yo le dije “Mira Raúl, si cuando estuviste preso te defendimos, en cuántas movilizaciones que hicimos...” Ahora me pregunto qué me estaba diciendo este tipo.
–¿Tiene pruebas de algún tipo para presentar a la Justicia?
–No tengo ninguna prueba, pero apelo a la responsabilidad de todos.
–Sus declaraciones generan cada vez más críticas. Hasta en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) lo cuestionan por algunos de sus dichos.
–Yo no soy un pibe blanquito de la universidad que va a darse un baño de pobreza a los barrios. Yo vivo acá hace cuarenta y pico de años. En la Central, además, hay un quilombo del carajo. El 20, en el Banco (HSBC) eran 700 y nosotros éramos no menos de 10 mil compañeros en Atlanta. Adentro de la CTA, los muchachos que fueron al Banco perdieron el debate. Porque la enorme mayoría de la CTA se vino con nosotros.
–Hace poco habló de la plaza roja y la celeste y blanca. ¿No le parece macartista?
–Bueno, puede ser. Yo lo que dije fue que confraternizaba con la plaza roja pero que la nuestra era la plaza celeste y blanca. Y a estos muchachos (el Bloque Piquetero Nacional más Castells) les voy a dar disputa, disputa política. Buscan victimizarse, pero no les está yendo bien porque la sociedad no piensa como ellos.
–Habló de “defender a los tiros” al gobierno de Kirchner, y hoy (por ayer) dijo que hay que “exterminar a la caterva duhaldista”. ¿No está contribuyendo a crear un clima enrarecido?
–Hay que contestar. Que (el intendente de La Matanza, Alberto) Balestrini me venga a hablar de los planes. Él tiene 80 mil planes repartidos entre 150 unidades básicas. Con la listita y todo, y nadie hace contraparte (la contraprestación laboral). La única contraparte es ir a votar a la interna o a la general. El PJ bonaerense armó el aparato prebendario más grande la historia.
–Pitrola lo acusa a usted de “alcahuete”.
–Yo nunca usé coches de la cana. Acá con la cana no es D’Elía el que trabaja. Nos exigen transparencia, pero todo el mundo tendría que blanquear lo que tiene. Castells se la pasa diciendo que de Nación no le dan nada, pero es un tipo que recibe pilas de cosas. De Desarrollo Social le dieron 76 toneladas de mercadería. A nosotros mucho menos. Castells es un tipo del duhaldismo y de la cana de la provincia de Buenos Aires. El estuvo en un lugar de lujo en prisión, no estuvo como (Emilio) Alí en una cárcel de máxima seguridad de Batán. Además, los muchachos de la CCC han descubierto que Castells estuvo recorriendo el Chaco con autos de la cana. Yo todavía sigo preguntándome qué hacía la mujer de Castells con Graciela Camaño en el ministerio de Trabajo el 27 de junio de 2002 (al día siguiente de la masacre de Avellaneda). ¿Qué hacía allí?
–¿Sigue pensando que el PJ bonaerense está detrás de algunos movimientos piqueteros?
–¿De dónde se alimentan tantos grupos confrontativos? Del duhaldismo de la provincia, que ha volcado todo en los grupos insurrecionales y dogmáticos. El que les bajó 30.000 planes hace poquito fue Mariano West. Lacan hablaba del valor de las palabras. Cuando subió Pitrola al escenario lo primero que dijo fue: “Ni Duhalde se hubiera atrevido a hacer la provocación que hizo Néstor Kirchner”. Esa es la prueba más contundente de que fue un autoatentado.
–¿Por qué insiste tanto con la crítica al “insurrecionalismo”?
–Este no es el momento. La economía tiende a despegar. Sin embargo, aquellos que agitan eso me hacen acordar a cuando (en 1973 el gobernador bonaerense Oscar) Bidegain asumía y el ERP tomó el cuartel de Azul con la consigna “ninguna tregua al ejército opresor”. Así voltearon al gobierno de Bidegain, que era un gobierno popular de la izquierda peronista. Kirchner es una oportunidad histórica que hay que fortalecer. Tenemos una responsabilidad en el frente de masas. A mí me importan la vida y el futuro de cada uno de mis compañeros.

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