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Diversos sectores de la Iglesia Católica manifestaron ayer su preocupación por el perfil “ateo militante” de Carmen Argibay. Si bien no hubo un pronunciamiento institucional acerca de la candidata que el Gobierno propuso para integrar la Corte Suprema de Justicia, algunos hombres de la Iglesia hicieron saber que provocó “cierta inquietud” que abiertamente haya reconocido que “no cree en nada”. Las mismas fuentes agregaron que también causa malestar el hecho de que Argibay sea una conocida “proabortista” y que su candidatura haya sido promovida por organizaciones feministas que ven con agrado su “comprobada idoneidad y perspectiva de género”. Los sectores menos transigentes a la candidata -los mismos que se opusieron sin éxito a la nominación de Eugenio Zaffaroni para integrar el máximo tribunal– recordaron que Argibay criticó duramente la posición de quienes se oponen a las leyes de Salud Reproductiva, en un Congreso Internacional sobre Derechos y Garantías celebrado en Buenos Aires en abril de 2001. Entre los opositores a esa ley figura la propia Conferencia Episcopal Argentina, que la considera “moralmente inaceptable”. “Es violencia que se discuta una ley, como la de salud reproductiva, con tanta mala información (estuve a punto de decir con malas intenciones), cuando tenemos estadísticas y sabemos (desgraciadamente tampoco representan la realidad) la cantidad de muertes por abortos hechos clandestinamente por personas que no los saben hacer o en malas condiciones”, aseguró entonces Argibay, tal como quedó registrado en la publicación electrónica de la Asociación de Abogados de Buenos Aires (AABA) aparecida en junio de ese mismo año.