EL PAíS
Solidarios y diferentes
“Está muy clara nuestra disposición de ayudar a la Argentina”, declaró ayer el canciller brasileño, Celso Amorim, aunque al mismo tiempo aclaró, en un mensaje a los mercados, que la posición oficial es de “solidaridad en la diversidad”. Este último concepto hace referencia a la diferente posición de Brasil frente al problema de la deuda y en su relación con el FMI. El gobierno negocia evitando las enormes tensiones que vive desde hace tiempo la Argentina, y no quiere que su apoyo sea interpretado como una radicalización de su postura. Luiz Inácio Lula da Silva, de todos modos, volvió ayer a interceder en favor del país, al comunicarse con el primer ministro de Portugal, José Durao Barroso.
El presidente brasileño solicitó al mandatario portugués su respaldo al pedido para que el FMI acepte suavizar sus políticas de ajuste fiscal en América latina. Marco Aurelio García, asesor de Lula para asuntos internacionales, dijo que el presidente quiere solicitar también el apoyo del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi. “No defendemos sólo lo que nos beneficia directamente, sino lo que beneficia a toda la región”, dijo García, y añadió que varios países de la región, además de Argentina, están enfrentando problemas por el pago de sus deudas. “Perú y Ecuador están siendo duramente penalizados y están pagando lo que no pueden”, afirmó.
Amorim, por su parte, señaló en una entrevista que concedió al diario Valor, de San Pablo, que fue un “malentendido” lo ocurrido el año pasado, cuando el gobierno argentino dejó trascender su malestar por el silencio del gobierno brasileño ante otra pulseada con el Fondo. “Está muy clara nuestra disposición de ayudar a Argentina”, insistió.