EL PAíS
Una reunión áspera
Por M. G.
La conversación entre el canciller Rafael Bielsa y el secretario británico del Foreign Office, Jack Straw, fue sin duda la más áspera de todas las que mantuvo el ministro argentino en el maratón de contactos en Nueva York. Straw le dijo a Bielsa que la Argentina tenía una actitud “hostil” hacia el Reino Unido. El canciller lo negó y dijo que simplemente la Argentina reclamaba pacíficamente, como siempre, la soberanía sobre las Malvinas, pero que no veía elementos para empañar la relación argentina con Gran Bretaña, que por otra parte no estaba ni remotamente en la idea del Gobierno. El secretario del Foreign Office dijo que, sin embargo, él veía un cambio en la postura argentina con la llegada de Néstor Kirchner. En realidad, el Gobierno levantó el perfil de conflicto con Londres, pero no lo escaló para convertirlo en un enfrentamiento. Por ejemplo, ni siquiera retomó la práctica de plantear todos los años una resolución sobre las Malvinas en la Asamblea General, práctica que había malvinizado toda la actividad en el organismo hasta convertir la soberanía de las islas en una cuestión excluyente de búsqueda de votos y cesión de compromisos a cambio de esos votos. Kirchner, en cambio, sí discutió la legalidad de vuelos argentinos a las islas. Según pudo establecer Página/12 a través de funcionarios del Gobierno, Bielsa habló ayer a Straw de un futuro normal para los isleños. Straw dijo que la normalidad era aceptar los deseos de los malvinenses, que naturalmente quieren seguir siendo súbditos de la Corona británica.