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-¿Cómo evalúa la gestión de Alfonso Prat Gay y qué piensa que cambiará con la llegada de Martín Redrado?
–La de Prat Gay fue absolutamente correcta. Trabajamos muy bien. Técnicamente, los resultados están a la vista. Por eso mismo, no hay ni un tema de urgencia. En lo inmediato, y así lo interpretaron los mercados, no preveo ningún cambio fundamental. Después las circunstancias y la evolución de la coyuntura económica podrá determinar tal o cual cambio. Hoy no hay necesidad de ningún cambio.
–¿Y a futuro, la política monetaria la fijará el Ministerio de Economía o el Banco Central?
–Le contesto con el cuento del Anticristo. Había un Papa de la Edad Media, Sixto V, al que un día le fueron a decir que había nacido el Anticristo. El Papa preguntó qué edad tenía. “Tres años” le respondieron. Entonces tengo tiempo. Yo digo lo mismo. Para qué me voy a poner a hablar de la coyuntura que todavía no llegó. Cuando llegue, veremos.
–Usted es crítico de quienes analizaban la evolución de la economía en los ‘90 mirando el riesgo país. Martín Redrado, en sus conferencias en las asociaciones de bancos, solía decir que la prioridad era bajar el riesgo país y lograr el Investment Grade, para lo cual había que producir un fuerte ajuste fiscal. ¿Cree que cambió?
–Preguntas sobre la historia de cada uno no sé. Pregúnteselo a él. Lo que sí le puedo asegurar es que este gobierno no hará la política económica mirando el riesgo país. Y eso incluye la política monetaria. De eso puede estar seguro. También le puedo decir que hemos trabajado sin problemas con la Cancillería y con Redrado en las negociaciones con la Comunidad Europea y el ALCA.