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El presidente Néstor Kirchner estaba en Río Gallegos cuando instruyó a su vocero, Miguel Núñez, para que informara su sentimiento sobre la tragedia de la discoteca. “El Presidente está muy compungido y apenado”, sostuvo Núñez, quien además dijo que Kirchner está siendo “informado al instante” sobre la evolución del infausto episodio. El viernes por la tarde, Kirchner partió rumbo a El Calafate con su esposa, la senadora Cristina Fernández, en el Tango 10. Durante la mañana de ayer, se comunicó telefónicamente con el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, para analizar e informarse sobre el incendio que produjo 177 muertos y 715 heridos en la noche del 30 de diciembre, creando el más luctuoso cambio de año que se recuerde en el país. Ibarra dio a conocer el contenido de su conversación con Kirchner. Dijo que el Presidente puso a disposición de la ciudad la estructura nacional de emergencias, a la vez que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, está en contacto permanente con el jefe de Gobierno porteño. “El Presidente se comunicó, me pidió información sobre la situación y puso a disposición todo lo que se necesitara del gobierno nacional en apoyo logístico”, contó Ibarra. Con Aníbal Fernández, Ibarra mantuvo una veintena de conversaciones y le explicó el detalle de la medida de suspensión de la actividad en los boliches bailables y la posibilidad de que necesite colaboración para fiscalizar el cumplimiento.