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“El Estado pone los fondos para los materiales y la mano de obra”, explicó a Página/12 José López, secretario de Obras Públicas de la Nación. “La cooperativa debe ejecutar la obra en un plazo de entre cuatro y cinco meses. En algunos casos, como ocurrió en La Matanza en los barrios de Villa Palito y Las Antenas, terminaron la construcción en dos meses y recibieron los cinco meses de sueldo juntos. La gente cobra de acuerdo a los avances que haya en la obra”.
“El mecanismo que utiliza la Nación para enviar los fondos es el sistema de anticipo financiero, por el la cual la plata siempre está antes de que el trabajo se realice. Se la mandamos al Instituto Provincial de la Vivienda y ellos la pasan al municipio para que llegue a la cooperativa. Desconozco las demoras que señala (respecto de las cooperativas de la CCC, ver nota central), pero haremos auditorías. Si hay problemas con el IPV, habrá que trabajar directamente con el municipio y la cooperativa. Este es un método valioso, hay más de 20 mil familias en el programa.
–¿Para quién quedan las viviendas?
–La adjudicación la realiza el municipio. En muchos casos en acuerdo con las cooperativas. A veces las viviendas son compradas por los mismos miembros de la cooperativa, pero también las construyen para otros. Los compradores las pagan a valores accesibles, con cuotas a 30 o 50 años.