EL PAíS
Otras voces
Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora: “Es un disparate jurídico y político. Mucha gente está presa y enferma y nadie la deja en libertad por eso. Vamos a recurrir al presidente Kirchner para que, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, considere si va a permitir que una enfermedad sea justificación para dejar impune los crímenes que cometió Massera”.
Mabel Gutiérrez, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas: “A los presos comunes no los dejan en libertad aunque tengan sida, cáncer o se estén muriendo. ¿Por qué con los represores que cometieron crímenes de lesa humanidad hacen estas diferencias? Se les admiten prerrogativas que ellos no les dieron a nuestros familiares desaparecidos”.
Augusto Ratembach, Centro de Militares para la Democracia Argentina: “Está muy mal que lo hayan amnistiado aun por razones de salud. Porque las graves faltas contra la humanidad de los jerarcas del Proceso merecen una prisión perpetua sin consideraciones de ninguna categoría”.
Horacio Ravena, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos: “Si nos basamos en el dictamen de la junta médica que habla de Massera en una situación vegetativa irreversible y terminal, la decisión de los jueces es jurídicamente correcta. Distinto fue el caso de Pinochet, en el que su defensa decía que tenía demencia circunstancial, pero él estaba consciente”.
Patricia Walsh, diputada Izquierda Unida: “Es un día de vergüenza nacional que descorre el velo de lo que se pretende que ocurra con los derechos humanos. A días del aniversario del golpe queda en libertad el genocida más emblemático. Pedí una sesión especial para el 22 de marzo, para volver a tratar un proyecto que declare la nulidad de los indultos entre los que se amnistió a Massera”.
Lucrecia Monteagudo, diputada ARI: “El estado de salud que le impediría a Ma-ssera ejercer su defensa no lo libera de su condición de genocida, apropiador de menores y máximo exponente del terrorismo de Estado”.