EL PAíS › LAS RAZONES DE LA MADRE DE JUNIOR ANTE LA CIDH
A Zulema nadie la convence
A diez años de la muerte de Carlos Menem junior, su madre, Zulema Yoma, sigue convencida de que se trató de un atentado y está tratando de conseguir que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA acepte el caso porque considera que hubo privación de justicia. En los tribunales argentinos el expediente Menem junior está cerrado porque el fallo fue ratificado.
Estos son los argumentos de Zulema Yoma:
- Que la muerte de Carlitos fue el tercer atentado, o sea que tras las bombas en la Embajada de Israel y la AMIA, hubo un ataque terrorista que terminó con la vida de su hijo.
- Que el supuesto asesinato tuvo que ver con hechos oscuros del mandato de Menem e incluso menciona que Carlitos concurría en los últimos días a la Casa Rosada y había percibido maniobras graves, negocios ilegales.
- Aunque inicialmente sostuvo la teoría del tercer pasajero/pasajera que provocó la caída desde adentro del aparato, luego se inclinó por otra hipótesis: que al helicóptero le dispararon con armas largas –no hay testigos que hayan escuchado los disparos–, pero que eso desestabilizó el aparato y lo hizo caer. No es que los proyectiles hayan impactado en Carlitos, sino que lo hostigaron, y terminaron derribando el helicóptero.
- Que los disparos se habrían hecho desde las inmediaciones de la ruta y también desde un bosque, aunque éste estaba a 2200 metros del lugar por el que pasó el helicóptero. Según el perito contratado por Zulema, Enrique Prueguer, hubo tres focos de fuego, es decir que dispararon al menos tres francotiradores.
- Que en la pericia realizada por la Gendarmería, a pedido del juez, se dice que en los pocos restos analizados (ver nota central) se percibieron tres orificios alrededor de los cuales existían rastros químicos de una aleación propia de proyectiles de arma de fuego. Esa aleación, además, no se corresponde con ninguna pieza del helicóptero Bell.
- Que los restos del helicóptero se hicieron desaparecer rápido para que no quedaran evidencias del ataque y los disparos.
- Que hay dudas sobre la veracidad de que el cuerpo enterrado en el cementerio islámico sea el de su hijo y cree que hubo una maniobra de sustitución de cuerpos para que, justamente, no se advirtieran disparos o heridas de bala.
- Que, extrañamente, la custodia de su hijo no acompañaba el vuelo del helicóptero. Los guardaespaldas estaban distribuidos en dos autos, uno se adelantó hacia Rosario para esperarlo a Junior cuando llegara –supuestamente por órdenes del propio hijo del Presidente– y el otro grupo quedó atrasado, porque la camioneta Pathfinder pinchó una goma. Zulema descree de esas explicaciones.
Zulema cuestionó permanentemente al juez Villafuerte Ruzo, pidió su juicio político y siempre consideró que era una especie de aliado del ex presidente que quería tapar la verdad de lo ocurrido con el hijo de ambos.