EL PAíS › EL SENADOR DECLARO POR EL COMPLOT
Menem no lo cree
Al senador Eduardo Menem tampoco le consta que haya habido un complot para desplazar a Fernando de la Rúa del poder. Ayer declaró como testigo ante el juez federal Norberto Oyarbide, en la causa sobre la presunta conjura que habría terminado con el gobierno aliancista, y admitió haberse reunido en la noche del 19 de diciembre con funcionarios del gabinete delarruista pero aseguró que sólo analizaron los alcances del estado de sitio y la posible conformación de un acuerdo de “unidad nacional”.
El legislador justicialista y hermano del ex presidente Carlos Menem permaneció una hora en el despacho del magistrado y, a diferencia de la mayoría de los políticos que desfilan para testimoniar en esa causa, abandonó el lugar sin tomar contacto con la prensa. Menem confirmó al juez que, como relató De la Rúa, en la noche del miércoles 19 de diciembre se reunió con el entonces jefe de Gabinete, Chrystian Colombo; el ministro del Interior Ramón Mestre, el senador justicialista Ramón Puerta y el entonces gobernador bonaerense y ahora canciller Carlos Ruckauf. La reunión, que se extendió hasta la madrugada, estaba enmarcada en el estado de sitio que la administración delarruista había decretado en la tarde de aquel miércoles y el motivo del encuentro habría sido la supuesta conformación de un “gobierno de unidad”.
El senador Menem contó que la reunión iba a reanudarse en la tarde del jueves 20, pero por esas horas manifestantes eran asesinados en la Plaza de Mayo y antes de las 19 De la Rúa renunció. Y precisó que se enteró de la dimisión del radical apenas descendió del avión que lo trasladó a San Luis, donde aquel día se celebró un encuentro de gobernadores del PJ.
Por otra parte, el ex presidente Carlos Menem solicitó un aplazamiento de la audiencia fijada para mañana en el juzgado federal a cargo de Enrique Chumbita, según explicó “por motivos personales”. Menem tiene que declarar como testigo en la causa del complot y pidió hacerlo en La Rioja. Por eso Oyarbide envió un pliego de preguntas para que, básicamente, ratifique o desmienta sus dichos al diario chileno El Mercurio, donde abonó la tesis conspirativa de De la Rúa.