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El comunicado que dio a conocer el Ministerio de Economía acerca del fallo de la Justicia de Nueva York deja en evidencia la sensación de que sólo se logró un avance parcial y que la disputa en torno del éxito del canje aún sigue abierta. En tanto, a 24 horas de la decisión brasileña de no renovar el acuerdo de compromisos con el FMI, se sumaron los elogios hacia el gobierno de Lula y varias interpretaciones colocaron el hecho en el contexto de una nueva forma de vinculación entre los países de la región y el organismo internacional.
“El Ministerio de Economía y Producción expresa su complacencia –dice el comunicado dado a publicidad anoche– por el fallo que produjo hoy el juez Griesa en la causa radicada en tribunales de Nueva York que involucra a la República Argentina. El ministerio espera que la Cámara de Apelación se reúna rápidamente y se pueda expedir a la brevedad para permitir que el proceso de canje de bonos de la deuda pública soberana se complete en el plazo previsto en la operación.” Se desconocen los plazos que se dará la Cámara de Apelaciones para tratar el caso, pero ayer un alto funcionario del Palacio de Hacienda informaba que “se seguirá adelante con el canje”. ¿Esto implica que el viernes se inicia la sustitución de bonos?, quiso saber Página/12. “Se sigue adelante”, fue la escueta respuesta.
Por otra parte, el embajador argentino en Brasil, Juan Pablo Lohlé, sostuvo ayer que la decisión del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva de no renovar su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional está en línea con la política de varios países de la región de tener “cierta autonomía” respecto del organismo multilateral del crédito. “No creo que sea sólo (decisión) de Brasil. Creo que Chile hace lo mismo y la Argentina está viendo cuál es su situación con el FMI y cuáles son los márgenes que tiene en ese sentido”, expresó Lohlé. “Yo creo que lo que hay aquí es la reinserción de toda una región donde se están planteando líneas macroeconómicas que hacen sustentables los planes económicos y eso le da cierta autonomía para decidir si van o no al FMI”, acotó el diplomático.
A su vez, el ministro de Economía brasileño, Antonio Palocci, que el martes anunció la decisión brasileña de no renovar el acuerdo, aseguró ayer que su país “no va a necesitar firmar un nuevo acuerdo con el FMI por muchos años” e insistió en que la decisión de no renovar el actual compromiso con el organismo que vence el 31 de marzo fue tomada hace casi un año y medio, cuando Brasil firmó el último compromiso para recibir un crédito del Fondo. “Ya en esa época decíamos que sería el último acuerdo y muchos no creían que en marzo de 2005 podíamos evitar un nuevo acuerdo. Por lo tanto, la decisión fue tomada hace quince meses”, dijo Palocci.