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Los policías bonaerenses Hugo Alberto “Beto” Cáceres y Marcelo Anselmo Puyó fueron condenados el año pasado a 22 y 19 años de prisión por haber asesinado a mansalva a José “Nuni” Ríos, de 16 años, y haber “alterado burdamente el escenario del hecho” para simular un enfrentamiento, en mayo de 2000. El fallo abrió la posibilidad de investigar la existencia de un “escuadrón de la muerte” en la zona norte del conurbano bonaerense.
El tribunal que los condenó estableció que los policías esparcieron vainas de escopeta calibre 12, propiedad de Cáceres, y “plantaron” una pistola 9 milímetros, que también resultó ser del propio Cáceres, cerca del cuerpo de Ríos.
Se investiga también el asesinato de los menores Gastón “El Monito” Galván y Miguel “Piti” Burgos, en abril de 2001, que se atribuye también a miembros del “escuadrón de la muerte” de Don Torcuato, al que pertenecían Cáceres y Puyó y que estaría integrado por un grupo de policías de la Comisaría 3ª de Tigre y del Comando de Patrullas, vinculados con la agencia de seguridad Tres Ases, propiedad de Cáceres.