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- Bala. La seguridad presidencial ya no parece un tema de preocupación de los medios. Sin embargo, en la Cancillería ayer recordaron aquellas épocas: minutos antes de que Kirchner llegara al hotel que había reservado el Gobierno –el Sabe Center–, un soldado paraguayo tuvo un problema con su arma y se le escapó un tiro. “Se le cayó el fusil y salió disparada una bala”, contaba, horas después, uno de los miembros de la delegación.

- Padre. Duhalde no olvidó el Día del Padre. Al mediodía habló con Chiche y con sus hijos. La conversación, según sus allegados, no incluyó ningún condimento político. Difícil de creer, justamente cuando entre hoy y mañana Chiche debe confirmar, o no, el lanzamiento de su candidatura.

- Bolivia. Con el recuerdo de los disturbios callejeros tan presente, Bolivia no escapó de la agenda de la cumbre. Es más, fue uno de los temas centrales: el consenso de los presidentes fue respaldar la posición del flamante presidente, ex titular de la Corte, Eduardo Rodríguez, de que la sucesión se realice a través de una convocatoria anticipada a elecciones. Será en seis meses y abarcará también al Congreso, como reclamaba Evo Morales. De estos temas conversará con sus pares argentinos Samuel Pinheiro Guimaraes, el vicecanciller brasileño, cuando esta semana llegue a Buenos Aires. Los locales, sin embargo, también querrán información sobre los cambios en el gobierno de Lula, que parecen favorecer al ala dura (y antiargentina) que encabeza el ministro de Economía, Antonio Palocci.