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@El testimonio de López Toledo formará parte de un documental titulado “El sistema de la crueldad”, que prepara la periodista Ana Cacopardo, directora ejecutiva de la Comisión Provincial por la Memoria. Con marcas rojas y moradas en su rostro y todo su cuerpo, López Toledo explica lo sucedido. Esta es la transcripción de sus palabras:
“Me empezaron a pegar y después estando en el piso me dieron un par de patadas. Me dijeron a vos te gusta denunciar. Te pensaste que no nos íbamos a enterar. ¿Adónde está la Gómez ahora para cuidarte? A vos te gusta hacer denuncias contra el Servicio Penitenciario. Vos no vas a tener más ganas de denunciar. Supongo que fue a raíz de mi denuncia contra la Unidad 30. No sé a qué hora era. Supongo que eran más de las diez porque a las diez engoman a todo el pabellón. Me pegaron en las costillas, me patearon, me pegaron con los palos que usan ellos, me aplastaron la cabeza contra la pared. Habrá durado veinte minutos. Entre que me redujeron para acostarme en la camilla y atarme las manos y los pies. Me dieron como dos o tres picanazos en cada pie, en el empeine del pie. Y se reían. Que a mí no me van a quedar más ganas de decir nada ni hablar con nadie ni denunciar nada. Me dejaron ahí y me dijeron quedate ahí y cuando te sientas mejor vestite que te vamos a llevar al pabellón. Que no tomara agua y que me callara la boca y que de esto que me pasó tome conciencia de que con ellos no se jode y que si sigo así no voy a poder vivir en ninguna cárcel, porque levantan un teléfono y se comunican a cualquier unidad que yo vaya y me va a volver a pasar lo mismo o peor. El problema mío es que esto es como una familia. Este hombre levanta el teléfono. ¿Dónde está López Toledo? Ah en tal unidad. Llama a tal unidad. Escuchame, si sos pariente, hermano, cuñado, amigo. Ahí está Fulano de Tal. ¿Sabés que denunción me hizo este? Y así. Es como me dijeron anoche, donde vayas vas a vivir cobrando. La seguridad mía. No sé. Hay una banda de pibes que aparecen ahorcados. ¿Yo me voy a ahorcar? Tengo tres hijos, una esposa, que hace once años que estoy con esa mujer. ¿Y me voy a ahorcar? Tengo unas ganas de vivir. ¿Y voy a aparecer mañana ahorcado? ¿Qué van a escribir ellos, que vino la lista y me encontraron colgado? Si ellos se mandaron una macana que se la aguanten. Si les gusta torturar a las personas que se la aguanten cuando uno denuncia. Yo no me puedo quedar callado.” Otra de las secuencias que la Comisión alcanzó a filmar muestra las consecuencias de esa destrucción sistemática de miles de jóvenes privados de su libertad, que luego se propagan extramuros, elevando los niveles de violencia que padece la sociedad. Un hombre muy joven, que no es identificado, dice: “Tengo ganas de morir. No me importa más nada en la vida a mí.
Ya sé que me van a matar acá adentro. Yo estoy para el Nunca Más. Me da lo mismo matar a uno, matar a dos, matar a tres. Total, lo pago con quince días en él, buzón y una paliza.”