EL PAíS
Seis de cada diez encuestados no le tienen fe al Presidente
Un 60 por ciento de los preguntados responde que la gestión de Duhalde es mala o muy mala, y el mismo porcentaje no cree que pueda llegar al 2003.
Por Raúl Kollmann
A Eduardo Duhalde no le tienen fe. Llega a la reunión de La Pampa y tal vez los gobernadores le extiendan el crédito por un tiempo más, pero en la opinión pública el crédito parece gastado: seis de cada diez argentinos creen que no llega al 2003. Es más, la confianza en el Presidente es este mes la más baja desde que asumió y ello va en paralelo a un aumento de las opiniones negativas sobre su gestión: también seis de cada diez personas piensan que su gestión es mala o muy mala y además sostienen que debe convocar a elecciones. Es verdad que la opinión pública es inestable y podría cambiar en pocos días si el Gobierno acierta en alguna de sus iniciativas, pero lo concreto hoy es que Duhalde está en su peor momento.
La impresión de que el primer mandatario no llega al 2003 surge de dos encuestas realizadas, una por Ibope OPSM, que conduce Enrique Zuleta Puceiro, y la otra por Catterberg y Asociados, cuya dirección técnica estuvo a cargo del sociólogo Eduardo Fidanza. El relevamiento de Ibope abarcó a 600 personas de Capital Federal y Gran Buenos Aires, con la coordinación de Isidro Adúriz y Julián Lisa, mientras que el estudio de Catterberg también sumó 600 entrevistas, pero abarcando la Capital, el Conurbano, Rosario, Córdoba, Mendoza y Tucumán.
En los dos trabajos los resultados se parecen bastante y en ambos se observa una evolución parecida. Durante los meses de febrero, marzo y abril la impresión de los ciudadanos se dividía casi en partes iguales: una mitad creía que Duhalde llegaba al 2003 y la otra mitad opinaba que iba a tener que dejar el gobierno antes. En este mes de mayo la tendencia cambió: alrededor del 60 por ciento considera que va a tener que sacar sus cosas del escritorio de la Casa Rosada durante este año.
El trabajo de Ibope reitera también que existe un vuelco en la opinión pública sobre qué debe hacer Duhalde. Hasta hace un mes, la gente veía inconveniente convocar a elecciones, pero a lo largo de mayo –seguramente por la insoportable continuidad de la crisis– el ciudadano se fue inclinando por la necesidad de llamar a elecciones a corto plazo: el relevamiento de Ibope señala que el 55 por ciento piensa que el camino ahora pasa por las urnas. Este último resultado marca un distanciamiento de buena parte de los dirigentes políticos respecto de la opinión pública. Los gobernadores, casi todos los líderes del justicialismo, la UCR y gran parte del centroderecha insisten en que Duhalde siga hasta diciembre de 2003. Del lado del llamado a elecciones se ubica una minoría de los dirigentes del PJ –Kirchner, Rodríguez Saá, Menem–, Elisa Carrió, Luis Zamora, Izquierda Unida y el sector más combativo del gremialismo y los piqueteros.
Es cierto que el reclamo electoral no se expresa todavía en la calle ni en una movilización masiva, pero habrá que ver cómo evoluciona en las próximas semanas. Una alternativa es que la crisis se profundice y finalmente se exprese en la calle: el mayor antecedente que registra el continente fue la impresionante movilización en Brasil llamada “Directas ya” (elecciones directas inmediatas). La otra alternativa, que no se puede descartar, es que el Gobierno de Duhalde logre acertar con alguna de sus medidas y descomprima la presión que poco a poco va creciendo en la gente.
Lo único que sí se puede descartar es que si el reclamo de elecciones va en aumento, ello no se traduzca en una movida fuerte en el tablero político. Con este cuadro de situación, la primera movida la harán Duhalde y los gobernadores mañana mismo.
Las encuestas muestran que están en jaque.