EL PAíS › DE LA CUEVA, DE LA RED MEXICANA CONTRA EL ALCA
“El libre comercio no es bueno”
Por L. V.
Desde Mar del Plata
“En México, donde tenemos ALCA hace diez años, sufrimos un verdadero desastre social. Todas las promesas que nos hicieron se convirtieron en lo contrario. Tenemos que decirle al resto del continente que el libre comercio no es bueno, que sólo representa ventajas para los poderosos y desigualdad para nosotros”, señala Héctor de la Cueva, integrante de la Red mexicana de lucha contra el ALCA. De la Cueva considera que es necesario vincular a las organizaciones sociales del Sur con las del Norte para enterrar el tratado de libre comercio, “también a los acuerdos bilaterales como los que se hicieron en Centroamérica y los que ahora se quieren firmar con los países andinos”.
De la Cueva participó en la Cumbre de Québec donde se lanzó en forma paralela la campaña contra el ALCA, que fue seguida de las consultas populares que frenaron el proyecto. Advierte, sin embargo, que existen riesgos de que las negociaciones sean revividas “lamentablemente con el apoyo de gobiernos como el mexicano”.
En la conferencia de prensa de apertura de la Cumbre de los Pueblos, también habló de la intención de la administración Bush de imponer su agenda de seguridad. “Cuando hablan de temas de seguridad, hablan de la seguridad de los Estados Unidos. Quieren vendernos su paranoia para que los países nos subordinemos no sólo económicamente sino también militarmente a las necesidades del gobierno norteamericano. Tenemos que decirles a los presidentes que tengan un poco de dignidad y no compren tal agenda de seguridad.”
A su lado, el haitiano Camille Chalmers se refirió a la presencia de tropas extranjeras en su país. “Es una presencia militar que se esconde bajo una pseudosolidaridad de los gobiernos de América latina, pero se trata en realidad de un ensayo de laboratorio para preparar nuevas intervenciones contra nuestros pueblos. Nosotros no queremos tropas extranjeras. Después de 15 meses de presencia, no han aportado nada en términos de solución a la crisis política, al contrario.” Chalmers denunció, por otra parte, la creación por parte del gobierno norteamericano de una oficina especializada en equipos de intervención listos para desembarcar en países considerados “fallidos”.