EL PAíS
Mea culpa del Banco Mundial
El Banco Mundial admitió ayer que el informe preliminar sobre el impacto ambiental que tendrán las dos plantas de celulosa que se están levantando a la vera del río Uruguay “es perfectible”. Como entidad que financia parte de la construcción –a través de la Corporación Financiera Internacional (CFI)–, el organismo internacional del crédito presentó una serie de informes donde consideró que las papeleras no contaminarán. Estos estudios fueron duramente cuestionados por los vecinos de Gualeguaychú, que asociaron las consultoras a las empresas española (ENCE) y finlandesa (Botnia). Ayer unos de los técnicos que hizo ese informe, Mauricio Atie, dijo en Montevideo que “algunos de los impactos no se estudiaron con la profundidad que algunas organizaciones hubieran querido y, por otro lado, debemos admitir que el informe es perfectible”. El técnico puntualizó que se podría haber profundizado sobre el impacto en el medio rural, sobre los monocultivos y sobre “el turismo, sobre el que podíamos haber sido más explícitos” por el mal olor que suele caracterizar a las papeleras.