El régimen para incentivar la inversión de las pequeñas y medianas empresas (pymes) logró la aprobación unánime de la Cámara de Diputados. El proyecto impulsado por el Gobierno –que todavía necesita la aprobación del Senado para convertirse en ley– propone crear un régimen especial que permitirá a las micro, pequeñas y medianas empresas descontar del pago del impuesto a las Ganancias los montos de las utilidades que se reinviertan en la compra, construcción, fabricación, elaboración o importación de bienes de capital. Si bien la oposición planteó modificaciones en algunos de los artículos, la propuesta fue respaldada en términos generales por el conjunto de los bloques que integran la Cámara baja. El beneficio se extendería durante dos años –una vez que la ley sea promulgada–, aunque no podrán acceder al régimen las pymes que se han declarado en estado de quiebra; y que hayan sido querelladas o denunciadas penalmente por la AFIP o por otros delitos comunes o tributarios. En la última versión del proyecto, el oficialismo también incorporó un tope a esas facilidades impositivas: no podrá superar el 25 por ciento de la facturación promedio de los últimos tres años.