Otro cura en conflicto con el celibato se despidió ayer de los hábitos al oficiar su última misa. Guillermo Mariani, de la parroquia del barrio cordobés de Cerro de las Rosas y que hace dos años publicó el libro Sin tapujos, donde confesaba haber mantenido relaciones sexuales. El intendente de Córdoba, Luis Juez, y representantes de organizaciones de derechos humanos participaron de la última misa, brindándole su apoyo por su enfrentamiento con monseñor Carlos Ñáñez. Mariani se despidió del sacerdocio a los 79 años y después de haber vestido la sotana durante 39. En la despedida participaron más de mil personas que lo escucharon decir: “Más que un adiós es un hasta luego. Siempre voy a estar con ustedes. Desde hace dos años y medio, y pese a las sanciones, siempre dije que seguiré acá. Tengo una buena dosis de tristeza, pero no de arrepentimiento”. María Elba Martínez, presidenta de la filial cordobesa de Madres de Plaza de Mayo, afirmó: “Que haya hablado como hombre, que supo amar a una mujer, para mí, como mujer, es muy valioso, porque siento que nos incluye como una parte bella de la vida y no como forma de pecado. El Vaticano nos ha excluido, y acepta solamente a una virgen o a una madre”.