La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, recibió ayer innumerables recriminaciones por haber dicho que Jorge Julio López “no es un típico desaparecido” y deslizado sospechas de que podría ser parte de una maniobra destinada a perjudicar al Gobierno. Entre sus críticos se anotaron el gobernador bonaerense Felipe Solá y el juez Carlos Rozanski, quien preside el tribunal que condenó a Miguel Etchecolatz, así como también funcionarios nacionales y dirigentes de organismos de derechos humanos. A pesar de los repudios que cosechó, Bonafini ratificó sus dichos.

Si bien evitó entrar en una discusión con la titular de Madres de Plaza de Mayo, Solá dejó en claro que no comparte sus expresiones. “Yo no estoy de acuerdo, pero no quiero ninguna polémica, porque lo importante es que aparezca Julio López; todo lo demás no ayuda”, declaró Solá.

Rozanski advirtió que “lo peor que puede hacer la sociedad es empezar a investigar a la víctima” y comparó su postura con la de aquellos que investigan a las víctimas de abusos sexuales o de casos de terrorismo de Estado. “Hoy López es víctima de algo, no sabemos de qué”, advirtió el magistrado, quien insistió con que “lo último que podemos hacer es empezar a investigarlo a él”. Remarcó, además, en su testimonio en el juicio a Etchecolatz “que fue víctima de hechos muy graves”.

Bonafini no retrocedió ante las críticas. “Las Madres lo conocemos muy bien”, sostuvo y habló de “una maniobra muy bien organizada porque sabemos que los tipos todavía están organizados para destruir toda la política de derechos humanos que está haciendo el Gobierno”.

La titular del Inadi, María José Lubertino, aclaró que lo que dicho por la titular de Madres de Plaza de Mayo sobre López tras la reunión que anteayer mantuvo con Néstor Kirchner corre por su cuenta. “Cuando quiere hablar, habla, y no necesita de intérprete a Hebe de Bonafini”, precisó Lubertino y llamó a “guiarse por los propios dichos del Presidente”.

“Duele muchísimo volver a escuchar ese criterio de investigar a la víctima, que remite a la expresión ‘por algo habrá sido’”, expresó Nilda Eloy, otra testigo en el juicio a Etchecolatz. Coincidió con Guadalupe Godoy, la abogada de López, quien afirmó que “durante años Hebe ha sido un referente moral y político. Produce muchísimo dolor escuchar lo que dijo porque cuestionar a alguien que no está, a la víctima, es una práctica que desde los organismos de derechos humanos es inconcebible”.

La Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos calificó de “temerarias” las expresiones de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo. “Lamentamos que Bonafini siga cumpliendo con el mandato de los genocidas: ‘Desconfíen de los sobrevivientes’”, replicó en un comunicado.

La Correpi afirmó que Bonafini está “cada vez más genuflexa frente a ‘su’ presidente” y la acusó de usar “el viejo recurso de ensuciar a la víctima”. La entidad remató: “Nos queda claro que la trayectoria que alguien haya tenido en el pasado no significa nada cuando se claudica, cuando se abandonan los principios y se decide entrar al pantano”.