[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

No pudo ser esta semana, pero en la reunión de labor parlamentaria de hoy se le pondrá fecha a la sesión en la que el justicialismo pretende rechazar el juicio político a la Corte Suprema. “No se puede dilatar”, dijo el titular del bloque radical, Horacio Pernasetti, hablando de la acusación a los nueve ministros del alto tribunal. Luego de esto señaló que “quería que se fijara una fecha” para tratar el tema.
Lejos de una declaración de compromiso, la frase encierra la voluntad de la UCR de otorgar el quórum necesario para que los cargos contra los magistrados se debatan en el recinto. Así lo confirmó a este diario el sanjuanino Mario Capello, vicepresidente de la bancada radical.
–¿Están dispuestos a dar quórum aun a riesgo de que se rechace el dictamen de la Comisión de Juicio Político? –le preguntó Página/12 al legislador.
–Discutiremos nuestra posición.
–¿Aun cuando terminen siendo funcionales al Gobierno?
–Bajaremos al recinto, si algunos bloques abandonan el recinto nos levantaremos de las bancas, pero estaremos allí –concluyó Capello.
Lejos de la ambigüedad, el diputado sanjuanino no se molestó por terminar favoreciendo los deseos del Gobierno, que pretende cerrar las actuaciones para que a su vez la Corte Suprema le devuelva el favor decretando la inconstitucionalidad de los recursos de amparo que facilitan la salida de depósitos del corralito. Claro que sus dichos fueron antes de la reunión del bloque. En ella, la voz más firme fue la del santafesino Carlos Iparraguirre, miembro de la comisión y firmante de la acusación contra los cortesanos.
“Insistí ante el bloque en la necesidad de no poner fecha a la sesión”, dijo Iparraguirre a este diario. Incluso, aseguró que pretendía que el día fuera lo más lejano posible, ya que “en las actuales condiciones y con la presión que la Corte le está haciendo al Gobierno no se puede tratar la acusación de la comisión”. Para el diputado no quedan dudas de que “debatir el tema ahora sólo sirve para darle a la Corte la impunidad que viene reclamando”. Aunque Iparraguirre aclaró que en la reunión del bloque no se definió ninguna fecha, en el entorno de la conducción de la bancada se sugería que la sesión debía concretarse dentro de 15 días. Por lo bajo afirmaban que en el caso de los 5 jueces enrolados en la denominada “mayoría automática” la acusación podría prosperar. La afirmación conlleva cierta ambición del radicalismo de ocupar un lugar en un nuevo tribunal negociado con el oficialismo.