El renunciado diputado provincial justicialista de Salta, Ernesto José Aparicio, quedó en medio de las sospechas por el asesinato con tufillo mafioso de la productora Liliana Ledesma. Aparicio era, hasta su renuncia hace 10 días, legislador por el oficialismo del gobernador Juan Carlos Romero, y presidía la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara baja salteña. La denuncia que había presentado Ledesma no es la única que lo vincula con el narcotráfico, ya que el mismo ex legislador admitió que en 1991 fue detenido por tentativa de contrabando, aunque fue sobreseído. Según Roberto Belmont, periodista local de Salvador Mazza, Aparicio figura en el registro de Catastro provincial como titular de 36 propiedades, pese a que –según él– nunca tuvo ingresos como empresario o comerciante que justifiquen esa posición. “Cuando ingresó al Partido Justicialista, sólo tenía un Citroën viejo”, aseveró Belmont. Mientras el cuñado de Aparicio, Aníbal Párraga, está detenido como sospechoso del asesinato material de Ledesma, su hermana Graciela lo está como presunta entregadora. Poco antes de morir, Ledesma aseguró en una entrevista que su esposo, Gilberto Gil Villa Gómez, fue asesinado en 1998 por encargo de Aparicio.