El paso del enviado del rey Juan Carlos de España por Argentina no dejó demasiadas expectativas en la Casa Rosada. En el Ejecutivo reina cierta duda sobre el verdadero alcance de la gestión del rey Juan Carlos, no por su dedicación sino por la intransigencia de los asambleístas y del gobierno uruguayo respecto de las pasteras. Designado como “facilitador” ante los dos países, el embajador español ante Naciones Unidas, Juan Antonio Yánez Barnuevo, hizo gestiones durante la última semana tanto ante el gobierno argentino como el uruguayo. Los argentinos aspiran a que pueda convencer al gobierno de Tabaré de que se siente a negociar con la finlandesa Botnia, los uruguayos, en cambio, advirtieron que no negociarán “bajo presión”.