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“La hiperinflación siempre fue un cuento de terror, como el del viejo de la bolsa, qué sé yo cómo será que aumente la leche todos los días. Aunque en mi casa ya hablamos y hay cosas que van a cambiar. Ya no vamos a tener la prepaga que tenemos porque sale 400 pesos. Y además vamos a tener que buscar algún laburo fijo para poder aportar, no puedo seguir dando clases particulares porque aunque tengo alumnos en zona norte que me pagan en dólares supongo que eso también se va a terminar.” Sofía tiene 19, el pelo violeta y una beca recién ganada para estudiar medicina en Cuba. No paró de festejar esa noticia hasta que cayó en la cuenta de que es probable que durante los siete años que dura la carrera no pueda volver a Buenos Aires. “Mi vieja me lo dijo, porque el pasaje por la embajada me sale 400 dólares, que ya son 600 pesos y a lo mejor mucho más. Y eso me duele mucho, ¿siete años sin ver a mi familia?”.