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“A los cartoneros hay que ordenarlos”, se despachó ayer el secretario de Turismo y Deporte de la Nación y precandidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El ex motonauta explicó que el problema “viene de arrastre por una política permisiva, garantista y por un Código Contravencional que trajo tanto trastorno a la vida cotidiana de los porteños”. El candidato porteño por el peronismo vive en el barrio del Abasto y dice que “con los vecinos habíamos recuperado el barrio, las casas usurpadas, el tema de la droga y la policía había hecho un gran trabajo limpiando las calles. Ahora llegan camiones y hacen un desastre en el barrio. El turista no quiere caminar en una ciudad así”.
La propuesta para “solucionar el problema de los cartoneros”, que producto de la creciente pobreza salen a buscar recursos que les permitan subsistir, aportada por el funcionario es “la inclusión del marginado como mano de obra formal dentro de un plan de clasificación y reciclaje de residuos juntamente con las empresas de recolección de basura. Este sistema mixto generaría empleo genuino, modernizaría el tratamiento de la ciudad de sus residuos y devolvería a los porteños una imagen de limpieza y de orden en las calles”. El secretario de Turismo arriesgó que “si permitimos que los cartoneros sigan funcionando como hasta ahora, por un lado generaríamos empleo y por el otro lado provocaríamos desempleo, porque la ciudad con una situación de desorden y falta de limpieza afectaría a otras actividades”. Scioli reiteró que había decidido aceptar “el desafío” de ser jefe de Gobierno porque “los porteños gritan que no quieren vivir más en la mugre”.