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Por I.H. y R.K.

Un equipo de traductores irá hoy al juzgado de Norberto Oyarbide para llevar al alemán, al inglés y al francés el texto de un exhorto que enviará en los próximos días a Suiza pidiendo información sobre cuentas y movimientos financieros de Carlos Menem y Ramón Hernández. Mientras tanto, el ex presidente y su ex secretario siguen preparando su defensa en territorio suizo y la estrategia parece no apuntar a que se aclare la situación sino a evitar el levantamiento del secreto bancario. La causa judicial, de todos modos, podría dilatarse porque no hay certezas de que sea Oyarbide quien la siga instruyendo.
En los intentos por trabar la investigación, Menem y Hernández vienen trabajando con abogados que los asisten en la Confederación Helvética. El ex mandatario cuenta con los servicios de Pascal Maurer ya desde el año pasado, cuando se conocieron los primeros datos sobre la fortuna que tendría en el exterior. Ese letrado defendió en los ‘80 al ex agente de inteligencia de la dictadura Luis Martínez. Al multimillonario secretario lo representa Maurice Harari quien, según fuentes judiciales, patrocinó al ex director del Banco Nación, Alfredo Aldaco, en la causa IBM-Banco Nación. Una de las próximas iniciativas de los abogados sería apelar un posible envío de información de la jueza Christine Junot a la Argentina.
Oyarbide recibió ayer dos solicitudes para librar un exhorto judicial a las autoridades suizas: uno del fiscal Eduardo Freiler –que subroga a Carlos Stornelli durante la feria– y otro de la Oficina Anticorrupción (OA), el organismo que presentó la denuncia por posible “omisión maliciosa” y “evasión impositiva” que dio origen al expediente después de que Menem confesó tener una cuenta en ese país, con algo más de 600 mil dólares, que nunca incluyó en sus declaraciones juradas de bienes.
Hasta ahora en otras causas hubo dificultades para que Suiza contestara a los exhortos enviados por Argentina. Eso tendría que ver con que fueron mal formulados por no señalar, por ejemplo, figuras penales allí tipificadas. El fiscal y la OA apuntan a salvar ese problema. El pedido de Freiler es para que Suiza diga si Menem, Zulema Fátima, Zulemita María Eva y Hernández son titulares, socios o accionistas de alguna sociedad, empresa o cuenta bancaria, más todos los detalles de lugares y fechas de constitución, antecedentes, movimientos de fondos, transferencias y montos. En igual sentido, un escrito del titular de la OA, José Massoni, hace hincapié en el carácter de urgente del trámite e indica que el pedido debe ser enviado directo al juez a cargo del tema. Como el Código Penal suizo no especifica la “omisión maliciosa” sugiere señalar “falsificación de documento y encubrimiento de dinero obtenido de un delito”. Oyarbide dice estar preocupado por mandar los papeles en perfectas condiciones y se tomaría unos días más para terminarlos.
Otra novedad es que ayer declaró el diputado Gustavo Gutiérrez, demócrata mendocino, a quien Oyarbide convocó a raíz de declaraciones que había hecho a Página/12 anteayer, en las que contó qué le informaron al viajar a Suiza con Elisa Carrió (ARI) cuando investigaban el lavado de dinero. El legislador le dijo al juez que en la Procuración helvética le confirmaron “verbalmente” que existían dos cuentas vinculadas a Menem, que no sabe ni qué número tienen ni en qué banco están. Freiler, además, intenta establecer si el ex secretario de la Presidencia Alberto Kohan, también tiene una cuenta extranjera. Rastrea si tiene o no “el cien por cien” de acciones de una sociedad comercial con movimientos bancarios en Suiza.
Más allá de lo que Oyarbide haga en estos días, aún no está confirmado que él sea el juez competente, ni que quiera serlo. El juez penal económico Julio Speroni investiga a Menem por enriquecimiento ilícito -uno de los delitos que analiza Oyarbide–, aunque sólo dijo que quería hacerlo en relación a la venta de armas. Eso fue apelado por la fiscal Alicia Sustaita ante la Cámara en lo Penal Económico, que también tieneotro expediente por el mismo delito proveniente del juzgado de Juan José Galeano y, tarde o temprano, deberá decir algo.