Con una de cal kirchnerista y otra de arena opositora, el obispo emérito de Puerto Iguazú Joaquín Piña atravesó Buenos Aires en un difícil equilibrio en sus encuentros con candidatos. Un día antes de su cita con el presidente Néstor Kirchner, el ex constituyente resolvió reunirse con el candidato a presidente Roberto Lavagna. Ambos dialogaron sobre la “situación institucional” del país y sobre Misiones. El ex ministro de Economía le agradeció por “la lección que les ha dado a todos los argentinos, no sólo para los misioneros”. En su entorno negaron que se hayan siquiera mencionado las candidaturas. También se reunió con la primera candidata a legisladora de Jorge Telerman, Gabriela Cerruti.

Además de su encuentro con el Presidente, los dirigentes que se reunieron con Piña coincidieron con las figuras que tienen buen diálogo con la Iglesia, y en particular con el arzobispo Jorge Bergoglio.

El 1º de mayo, por la mañana, el obispo tuvo un encuentro con Lavagna. Duró poco más de una hora. En el entorno del candidato mencionaron que el ex ministro había aportado su granito de arena en la campaña contra la reelección indefinida del gobernador Carlos Rovira con una carta en la que llamó a los misioneros a aceptar las dádivas, pero votar con la conciencia. Luego de la victoria de Piña, Lavagna le pidió un encuentro, que se concretó recién anteayer.

Lavagna le agradeció por el resultado de las elecciones en Misiones y Piña le respondió que ese esfuerzo fue de todo el pueblo misionero. En un gesto muy suyo, Lavagna le obsequió un ejemplar de su libro autografiado. Según informaron cerca del candidato a presidente, los dos repasaron los temas institucionales de la Argentina y coincidieron en seguir mejorando las instituciones y en tener campañas electorales limpias y transparentes.

–¿Le ofreció alguna candidatura? –quiso saber Página/12.

–No. De ninguna manera: eso hubiera sido no entender el rol que Piña cumplió y el que él manifiesta que quiere seguir cumpliendo –respondió uno de los habituales voceros del ex ministro de Economía, aunque dejó trascender que “el diálogo ha comenzado”.

Piña también estuvo reunido ayer con la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti, que tiene fluido contacto con el presidente de la Pastoral Social, Carlos Accaputo, a quien también se ve seguido en los actos de la Coalición Cívica, que lidera Elisa Carrió. Accaputo habría sido el gestor del encuentro. Se trata de un hombre cercano al arzobispo Jorge Bergoglio, con quien Piña no tiene mala relación. Con Cerruti conversó sobre la inminencia de las elecciones de la ciudad, la corrupción, la construcción de viviendas sociales y sobre el paco.