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El Gobierno nacional enviará un proyecto de ley para que el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) se convierta en un porcentaje del precio del combustible y deje de ser una suma fija como en la actualidad, confirmó el Ministerio de Economía. De esta forma el Poder Ejecutivo busca que cada aumento del precio de los combustibles también sea alcanzado por el aumento del impuesto.
Economía también defendió el aumento del ITC, de suma fija por litro, que se concretó ayer al asegurar que “está dentro del margen” que el Congreso le había delegado al Ejecutivo al sancionar la ley, frente a una denuncia que pretendía el enjuiciamiento de las autoridades responsables de su aplicación.
En tanto, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, afirmó que “el Gobierno no aumenta las naftas tal como algunos dicen”, en clara referencia a las petroleras, que ayer trasladaron rápidamente a precios el aumento del ITC dispuesto el jueves. “Nadie debe hacerse el pícaro, ya que las naftas las aumentan las empresas y eso debe quedar absolutamente claro”, sostuvo el ministro.
Atanasof explicó que “el impuesto, antes de las subas de estos meses, era de algo más del 40 por ciento (del precio final del combustible) y con este aumento es de un poco más del 30 por ciento, es decir que el Gobierno está recuperando un poco ese porcentaje”.
Hasta hoy, el ITC se aplica como una suma fija. A fines del año pasado era, para la nafta súper, de 48 centavos por litro, lo que equivalía al 48 por ciento de su valor, pero hasta el jueves era de 43 centavos, un 29,4 por ciento del valor. Con la suba dispuesta el ITC alcanzó a 53 centavos, y a nivel porcentual se ubica en el 33,7 por ciento.
Desde el sector empresario, el presidente de la Cámara de la Industria del Petróleo (CIP), Juan José Aranguren, justificó que “no es cuestión de buscar culpables ya que las empresas somos agentes de recaudación muy eficientes, por cierto, de un impuesto que grava al consumidor final de combustibles”. En rigor, desde que se produjo la devaluación las petroleras aumentaron el precio de las naftas un 70 por ciento, y durante el período, la carga impositiva se mantuvo fija. Esto es que no pagaron impuestos proporcionalmente. La recaudación por ITC se distribuye, entre el Tesoro nacional (22,9 por ciento de la recaudado), la Anses (21 por ciento), las provincias (22,9 por ciento) y el Fonavi (el 33,2 por ciento restante).