EL PAíS › EL CORDOBES INTENSIFICA SU CAMPAÑA EN BUENOS AIRES

Como Tierra Santa para el PJ

 Por Martín Piqué

Los próximos pasos ya están definidos. Luego del intervalo en Brasil, ideado para replantear la campaña, José Manuel de la Sota seguirá con su faena en el distrito que lo obsesiona: la provincia de Buenos Aires. El próximo fin de semana recalará en Florencio Varela, donde el intendente local, Julio Pereyra, un ultraduhaldista, pondrá toda la estructura municipal –punteros, aparato y movilización– para organizar un acto de apoyo a su candidatura. Mientras tanto, su principal operador en Buenos Aires, Carlos Caserio, se reunirá esta semana con el intendente de Merlo, Raúl Othacehé, quien tiene aspiraciones de ser gobernador y por eso empieza a distanciarse lentamente de Duhalde.
La visita a Florencio Varela no es para nada casual. Pereyra fue uno de los pocos intendentes que asistió al acto de hace una semana en Avellaneda. Esa presencia implicaba un compromiso muy claro, que la mayoría de los jefes comunales del conurbano –en especial los de la primera sección electoral, del norte y oeste del Gran Buenos Aires– no están por ahora dispuestos a dar. Salvo Hugo Curto, de Tres de Febrero, que estuvo presente en la escena montada por Baldomero “Cacho” Alvarez.
En el caso de Pereyra hay que tener en cuenta una serie de factores: es de la tercera sección electoral, el sur del conurbano, donde está ubicada Lomas de Zamora. Y eso, se sabe, quiere decir Duhalde. Pereyra, como otros intendentes de la zona, están muy cerca del propio Presidente. Como el de Presidente Perón, Aníbal Regueiro, que también estuvo en el acto de Avellaneda, y que sucedió a Oscar Rodríguez, hoy en la SIDE. Regueiro está sospechado por las amenazas y golpes contra una pareja de docentes agredidos por una patota, y recientemente quedó involucrado en una denuncia de la publicación local La Tapa, que acusó a la policía y al poder político de Guernica de haber “marcado” a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, los dos piqueteros asesinados el 26 de junio en Avellaneda.
Pereyra y Regueiro, junto a Osvaldo Mércuri, Cacho Alvarez, la senadora Mabel Müller –esposa de Rodríguez–, entre otros, forman el llamado “duhaldismo paladar negro”. Ese sector del PJ bonaerense, verticalizado con el Cabezón, quiere mantener intacto el poder territorial de su jefe. Y eso significa poseer la gobernación o tener influencia sobre ella. Por eso comenzaron una avanzada contra Felipe Solá, que está dispuesto a confrontar con el duhaldismo. Y esa movida incluye un cerrado respaldo para De la Sota. En el entorno del cordobés tratan de capitalizar ese apoyo, y al mismo tiempo mantener distancia. “No queremos involucrarnos en la interna bonaerense”, confirmó un operador delasotista.
Los hombres más cercanos a De la Sota ya se imaginan un escenario para los próximos meses. Creen que el duhaldismo puro impulsará un candidato a gobernador que hasta ahora no fue nombrado por nadie, pero que está en la cabeza de más de uno: Duhalde. Por eso, dicen los delasotisas, se separó la elección de gobernador de la presidencial: para ganar tiempo. Si Duhalde termina rehuyendo a la postulación, la alternativa sería Chiche. Y si no, algún otro que no existe. O negociar con Solá, pero “Duhalde no quiere que se repita lo de Ruckauf”.
De la Sota, mientras tanto, sigue tratando de tejer alianzas en la provincia. Sus emisarios reconocen que Adolfo Rodríguez Saá creció en las encuestas, pero creen que el acuerdo con Aldo Rico se produjo porque no consiguió ningún respaldo entre los caciques del PJ bonaerense. Lo que se revela en la interna, finalmente, es la puja de delasotistas y adolfistas por sumar –en público o en privado– al por ahora remiso Solá.

Compartir: 

Twitter

SUBNOTAS
  • Como Tierra Santa para el PJ
    Por Martín Piqué
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.