“Quedate quieto. No te muevas o te mato.” La amenaza la escuchó ayer a la tarde, en el centro porteño, el hijo de un juez federal que investiga la represión ilegal durante la dictadura. El chico de 16 años, hijo del juez de Campana Federico Faggionatto Márquez, fue interceptado por dos hombres cuando salía de la escuela y caminaba hacia su casa, en la esquina de Lavalle y Rodríguez Peña. Aunque el adolescente se zafó y pudo escapar, el caso generó inquietud, justo a un año de la desaparición de Jorge Julio López, testigo clave en la condena al represor Miguel Etchecolatz. La fiscalía federal investiga si se trató de un delito común o un intento de amedrentar al juez.

Faggionatto Márquez interviene en causas vinculadas con el circuito ilegal de detención, tortura y desaparición de personas montado por la última dictadura militar en la zona de Zárate, Campana y Escobar, centros clandestinos que no figuraban en el informe de la Conadep ni habían sido incluidos en otras investigaciones judiciales.

“Se están trabajando todas las hipótesis. Tenemos que evaluarlo con profundidad”, dijo el fiscal federal porteño Carlos Cearras, que investiga lo ocurrido ayer a las 17.30.

A esa hora, el hijo de Faggionatto Márquez caminaba desde la escuela El Salvador, ubicada sobre Callao al 500, hasta su casa. De acuerdo con lo explicado más tarde por Marcelo Canstatt, el comisario de la seccional tercera, donde se presentó la denuncia, el chico iba por Lavalle y notó que delante de él iban dos hombres de unos 25 años. A los pocos metros, uno de ellos cruzó la calle mientras el otro detenía la marcha hasta quedar a la altura del adolescente. Lo agarró de un brazo y lo amenazó: “Tengo una pistola en la cintura”, dijo. En un descuido, el chico aprovechó el cambio del semáforo, que detuvo el tránsito, y se escapó. “Quedate quieto o te mato. Quedate quieto o te mato”, le gritó. Desde la mano de enfrente, el otro hombre también gritaba: “Agarralo que se escapa”.

El fiscal Cearras señaló que “esta gente no ha dejado ningún mensaje ni ninguna señal de que esto pudiera estar vinculado a una causa puntual. Un juez federal, sobre todo en una jurisdicción como Campana, maneja no solamente temas delicados como la represión, sino el narcotráfico o la Aduana de Campana y de Zárate”. Por eso Cearras dijo que hay que determinar si se trató de una amenaza dirigida contra el juez “o simplemente un ataque ocasional a un individuo a quien se lo quiso robar o secuestrar”. Según fuentes judiciales, la fiscalía ordenó a la policía buscar testigos del hecho y la grabación de alguna cámara de seguridad ubicada en la zona.