Domingo, 4 de septiembre de 2011 | Hoy
OTILIA VAINSTOK
Me parece que hay como deslizamientos en ambos expositores que por ahí están promovidos por la palabra necesidad, porque digamos que es como histórico este debate y Juan Pablo Paz, que aparecía en el video, hablaba de una necesidad digamos primal, primaria... que no es ciertamente la necesidad de este siglo. Entonces me parece que si de alguna manera no se precisa en el debate si estamos hablando de una necesidad eterna o si estamos hablando de necesidades históricamente construidas...
Yo creo que se sigue cayendo en una confusión, es decir, se respeta la racionalidad de una sola manera. El mundo puede ser explicado científicamente o no y ése es un problema de la ciencia, no de la religión. No es que se necesita la concepción de un Dios creador para explicar el mundo, ése es otro problema. En todo caso, yo diría que eso es problema de una teoría sacerdotal. Son precisamente los sacerdotes los que han planteado ese tipo de teología.
Entonces hoy, y precisamente lo que planteaba Otilia, el problema es qué sentido tiene para el hombre de hoy, para la mujer de hoy, qué sentido tiene la vida, el sufrimiento, etc. Ahí es donde está buscando la respuesta, no se está preguntando si hay un Dios creador o no hay un Dios creador. Ese es otro problema, que puede o no estar en la religión. Tanto es así, que de hecho, sociológicamente, el Dios creador es un Dios Ocioso, es una categoría sociológica.
El creyente de hoy cree en San Cayetano o cree en el Gauchito Gil o cree en otro símbolo y no se plantea el problema de este Dios creador, porque este Dios creador no le soluciona ningún problema. En cambio, el sentido y la fuerza se la da esta relación con el símbolo, con el símbolo en el que él cree. Pero el símbolo en el que él cree le da fuerzas para creer en él mismo, porque creer en el símbolo es creer en él... porque nosotros somos seres esencialmente simbólicos.
Siempre nos proyectamos, por eso siempre nos proyectamos en una bandera, nos proyectamos en el Himno, nos proyectamos en otros símbolos, que son los que nos identifican y nos dan fuerzas. Por eso se presentan curaciones que se denominan milagros, de hecho por qué, porque la relación con el símbolo le da al creyente una fuerza muy especial que si no, no la tendría. Y eso no se lo da ninguna ciencia.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.