ESPECTáCULOS › MURIO EL NOTABLE POETA JUJEÑO JORGE CALVETTI
El escritor de la Pachamama
El poeta jujeño Jorge Domingo Calvetti, que era miembro de la Real Academia Española, falleció ayer en Buenos Aires a los 86 años. Sus restos eran velados anoche en uno de los salones de la Biblioteca Nacional y hoy serán trasladados a Jujuy, para ser inhumados en el cementerio El Salvador, de la capital provincial. Calvetti solía afirmar que prefería escribir “poco pero bien” a apurarse a editar y decía que eso era difícil de entender desde “el temperamento apurado de los porteños”, Su estrategia le dio resultado: logró una importante resonancia internacional y sus obras fueron traducidas al inglés, alemán, francés, italiano y griego.
En 1993 fue convocado por el Ministerio de Cultura de Grecia, entre 32 intelectuales del planeta, para firmar la Declaración del Mar Egeo, proyectada por la famosa actriz Melina Mercuori para conmemorar la primera instalación humana en el continente Europeo. Fue miembro de número de la Academia Argentina de Letras desde 1984 y su vicepresidente durante nueve años y, en 1999 resultó designado miembro de la Real Academia Española.
Calvetti había nacido en la localidad de Maimará, distante a unos 80 kilómetros al norte de San Salvador, casi en el corazón de la Quebrada de Humahuaca, en 1916. Cursó sus estudios en el Colegio San José de Capital Federal y luego estudios universitarios en Buenos Aires y La Plata. También fue redactor del diario La Prensa, en Buenos Aires, hasta su jubilación. Su primer libro de poemas, Fundación en el cielo fue publicado en 1944. Por él, obtuvo el premio Iniciación” de la Comisión Nacional de Cultura. Otros de sus galardones fueron el gran premio de honor de la SADE; de la Fundación Argentina para la Poesía; la pluma de Plata del Centro Argentino del PEN Club Internacional; el premio “Esteban Echeverría” de la institución “Gente de Letras” y el premio Konex.
Entre sus libros descuella Escrito en la Tierra (Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires 1993), una serie de cuentos y relatos que representan, escribió “un homenaje sincero a la magia cotidiana que subyace en el norte argentino”. También merecen destacarse Sólo de muerte poemas (1976) y Poemas Conjeturales (1992). En 1983 la editorial Torres Agüero publicó una antología de sus poemas titulada Memorias Terrestres y en el 77, el Fondo Nacional de las Artes, amparó la aparición de su Antología Poética.