ESPECTáCULOS
“Hoy la guerra la hacen el Ejército y la Policía”
En la primera videoconferencia que concede para Latinoamérica, el pensador y activista italiano Toni Negri explicó los conceptos de su libro “Imperio”, y dedicó varios párrafos a la situación argentina.
Por Angel Berlanga
Comenzó con una sorpresa: “Me piden intervenir sobre la situación argentina: puedo decir poco”. Fueron las palabras iniciales del filósofo y militante italiano Antonio Negri, coautor junto a Michael Hardt del polémico libro Imperio, en su primera videoconferencia para Latinoamérica, el sábado. Esa declaración resultó relativa. Desde Roma, donde cumple en libertad condicional la última etapa de su condena (ver aparte), este pensador y teórico marxista, referente intelectual de la antiglobalización, explicó: “Intento estudiar qué ocurre en la Argentina, pero el elemento central que emerge de la prensa y la información aquí es fundamentalmente la denuncia de un proceso de soledad. Una soledad que comporta una profunda desinformación: la Argentina se convirtió en un país demasiado lejano, del cual la prensa internacional habla cada vez menos. Y cuando lo hace es en términos cada vez más terroríficos”.
Con prudencia, Negri señaló que sigue la situación del país, al que observa, dijo, en “un nivel de desesperación: los chicos en la Argentina mueren, y la miseria está difundida de manera impresionante”. En compensación con la desinformación a la que refería, Negri señaló que muchos amigos le acercan material: “Siento hablar con entusiasmo respecto de la manera de luchar, de las formas nuevas de organización”, dijo. “Algunos compañeros hablan de Argentina como si fuera la Comuna de París... En el comunismo la organización no se inventa nunca, son necesarios paradigmas, ejemplos que muestran cómo las masas pueden unirse, organizar nuevas formas de lucha y gobernarse a sí mismas.” Tras señalar que no sabía hasta qué punto esta situación es real (aunque se definió “maravillado”), Negri subrayó que desarrollará más profundamente sus estudios, porque en Italia y en Europa “hay una base óptima para asimilar la experiencia argentina”.
El carácter sorpresivo de ese “puedo decir poco” deviene de un par de asuntos: por un lado, la videoconferencia en el C. C. San Martín organizada por Laboratorio Argentina, un grupo de estudio de textos marxistas que intercambia correspondencia con Negri, fue anunciada en sintonía con el primer aniversario del 19 y 20 de diciembre. Por otro lado, Negri, en diversos reportajes, se había pronunciado sobre el estallido del modelo neoliberal en la Argentina, definido hace pocos días por Ignacio Ramonet, en sus conferencias en Buenos Aires, como equivalente a la caída del Muro de Berlín. Rubén Espinosa, de Laboratorio Argentina, aseguró que Negri y Hardt incluirán un capítulo sobre la Argentina en la segunda parte de Imperio (“Creo que se llamará Guerra y democracia”, anunció el filósofo italiano), y subrayó que sus referencias “tangenciales” respecto del país tienen que ver con “la extrema humildad que lo caracteriza”, con su respeto por la producción local, y por “experimentar en carne propia los avatares que los celos y narcisismos suelen producir” en el gremio. Espinosa adelantó que Negri hará pública una respuesta a cuestionamientos que se hicieron aquí sobre sus escritos teóricos.
“Quizás este aislamiento en el cual se encuentra el movimiento argentino sea sólo superficial”, señaló Negri. “La situación de la Argentina probablemente se pueda insertar en la situación mundial de crisis. Es una crisis que repercute en el interior del sistema.” Tras señalar que el movimiento antiglobalización “empieza a tener fuerte presencia en Italia” y preguntarse por el significado de la organización de este tipo de movimientos, en relación con lo local y lo global, el italiano describió los conceptos de Imperio: la caducidad del Estado-Nación como instrumento del poder como herramienta de dominación (tal derivación, según Negri, se debe a las luchas obreras que pusieron en peligro al EstadoNación, “por el que no debemos guardar nostalgia: dejó una heredadmonstruosa de muerte, asesinatos y guerras”); la crisis del “pensamiento único” neoliberal; la diferencia entre “Imperialismo” e “Imperio” (el primero admite un “otro”, y el segundo no); el trabajo como centro de la sociedad en los países desarrollados y las nuevas relaciones entre intelectuales y sindicatos; la “Multitud” como producto de la globalización y como fuerza frente al capitalismo.
“Estamos dentro del imperio”, sostiene. “La guerra, ¿qué es? No es contra algo que está afuera, es una guerra civil. No está hecha sólo por ejércitos, sino también por la policía. La policía y el ejército no se distinguen más. Si ustedes van a Israel, la relación entre ejército y policía no se entiende. En el interior de cada país está pasando esto: una guerra civil, con conflictos sociales, para introducir la muerte.” Tras el cierre de su exposición, Negri indicó que trabaja actualmente en una serie de lecciones y guías “dirigidas a clarificar los presupuestos que llevaron a analizar Imperio, especialmente el concepto de soberanía”, y en la segunda parte, que aparecería en abril del 2003.
Negri señaló que en la Argentina los fenómenos característicos del imperio “vienen de una manera muy avanzada”. “El gran nivel de comunidad entre los trabajadores y no trabajadores, entre el trabajo intelectual y el material, entre ocupados y desocupados, más las clases medias, que están atacadas pero se unen: ese modelo de unidad nos marca para ir adelante. Ya lo dije: no estoy del todo informado. Pero cada vez que buscamos algo que nos ilumine tenemos que pasar por estos estadios nuevos de unidad del trabajo. Y encontrarnos con esta capacidad nueva que tiene el capital con la crisis, con la guerra, y con la incitación de la policía que busca dividir el trabajo.”