ESPECTáCULOS › EL FILM “POR LA VUELTA” SE ESTRENA HOY EN TV
Buscando otra Buenos Aires
El documental de Cristian Pauls, un notable retrato de Leopoldo Federico, indaga en todo lo que se fue con la época de oro del tango.
Por Horacio Bernades
Lo que ocurrirá esta noche tiene escasos precedentes: una película argentina de realización reciente se estrenará en televisión, sin pasar antes por las salas de cine. De hecho, es probable que Por la vuelta, el documental de Cristian Pauls que se presentó por primera vez en público durante la última edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, no llegue a las salas de cine. No por lo menos a las que integran el circuito oficial, debido a lo que ya a esta altura es un desfase que debería corregirse. Sucede que Cristian Pauls filmó Por la vuelta en video, formato al que, por razones de costo y practicidad, suelen recurrir los documentalistas. Pero las salas de cine no cuentan con proyectores de video. Como consecuencia de ello, para poder exhibirse en público, una película filmada en ese formato debe ser ampliada a 35 mm, lo que conlleva una inversión que los documentalistas difícilmente estén en condiciones de encarar. De allí que el destino probable de Por la vuelta, tras su presentación de hoy a las 22 en Canal 7 (en el programa “El cine que nos mira”, que produce y conduce Carlos Morelli) pase –si es que pasa– por algún circuito alternativo de exhibición.
De 75 minutos de duración y con producción de la omnipresente Cine Ojo, Por la vuelta tiene como protagonista a Leopoldo Federico, el bandoneonista a quien Astor Piazzolla consideraba uno de los cuatro grandes del instrumento junto a Pedro Maffia, Pedro Laurenz y Aníbal Troilo. No vaya a creerse que, en su regreso al cine después de Sinfín (filmada a fines de los ‘80) Pauls optó por un convencional “retrato” fílmico, mucho menos una biografía de ese sobreviviente de los tiempos dorados del tango que es Federico. Por la vuelta representa, para Pauls, algo así como un viaje cinematográfico hacia “el Federico que hay en mí”. Narrada desde la más absoluta subjetividad, la película surgió —según hace saber el realizador desde el relato en off— cierta noche de lluvia en la que Pauls se vio atravesado para siempre por el sonido del bandoneón de Federico, sonando junto a su orquesta en un boliche tanguero. Allí, el cineasta se preguntó quién era el generador de ese sonido pastoso e intenso, que parecía venir desde el fondo de un Buenos Aires que no existe más. Y fue en busca de él, guiado por una intención que cierto cartel inicial descubre.
“Poder ver las cosas antes de que desaparezcan, mirar y guardar en la memoria aquello que en poco tiempo más ya no será igual”. Intención bien tanguera, la del viaje hacia las últimas cosas. Si bien —arriesga el realizador en algún momento— viajar hacia atrás puede parecerse a hacerlo hacia adelante, hacia una ciudad que porque no existe más tal vez anticipe la Buenos Aires del futuro. Teñido de las impresiones, intenciones y sobre todo las cavilaciones e interrogaciones que desde el off se hace el realizador (“¿Cómo transmitirle al espectador una sensación íntima? ¿Dónde están aquellos lugares del tango que ya no están? ¿Cómo hacer de esto una película?”), Pauls filmó unas 60 horas. Para ello viajó, durante un largo par de años, desde el centro a Haedo (donde Federico vivió toda su vida), de Haedo a Avellaneda (donde está la cancha de Racing, club de los amores del bandoneonista) y de allí nuevamente al centro. Pero para recorrer la avenida Corrientes en busca de otra Corrientes. Aquélla en la que no había McDonald’s ni salas evangélicas, sino dancings, tanguerías y cabarutes.
Película de viajes en el espacio–tiempo, Por la vuelta es también un documental fantasmal. En él, en algún momento parecería que aquel temor de que las cosas desaparezcan podría llegar a volverse fantasía autocumplida, cuando Leopoldo Federico es internado en terapia intensiva y el rodaje debe suspenderse. Pero luego se recupera y vuelve a tocar como nunca. En la banda de sonido se oye, claro, “Por la vuelta”, casi a modo de brindis de fin de año que el cineasta ofrece al genio del bandoneón. Tal vez esoexplique que la película se vea en televisión un 28 de diciembre, entre un brindis y otro.