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“Detrás de esos ojos tristes”, el retrato final de George Harrison

El libro del periodista Marc Shapiro que acaba de aparecer aquí se plantea com un recorrido intensivo por la vida del beatle más enigmático.

A poco más de un año de la muerte de George Harrison, Detrás de esos ojos tristes, del periodista Marc Shapiro, viene a echar un poco de luz sobre el beatle más enigmático. Fallecido el 29 de noviembre de 2001 a causa de un cáncer de pulmón, Harrison tuvo un funeral acorde con sus convicciones hinduistas: sus restos fueron cremados en el Hollywood Forever Memorial Park y fueron esparcidos en las aguas del Ganges, en India. Según Shapiro, fue él quien en pleno auge de The Beatles acercó al grupo y a otras estrellas al Maharishi Mahesh Yogui –guía del movimiento de Meditación Trascendental–, y fue él también quien rompió con el maestro cuando se lo presumió responsable de un intento de violación a la actriz Mia Farrow durante aquella promocionada reclusión espiritual en 1968. Esta desilusión, luego de una breve adhesión al Paramahansa Yogananda, lo acercó finalmente a los Hare Krishna, grey que aprovecharía por años la popularidad de su flamante neófito para difundir sus creencias, a las que el beatle —aunque con ciertos vaivenes y flexibilidad en su observancia— se mantendría fiel hasta sus últimos días.
Publicado la semana pasada por Emecé, el libro ahonda en el temperamento melancólico y dual de Harrison, quien oscilaba entre su afición a las prácticas religiosas exóticas y su adicción al tabaco y a las drogas, aspectos que a menudo rivalizaron con su fama artística. Tampoco elude los escándalos protagonizados por el “beatle silencioso”, rubro en el que abundan no sólo las controversias con los integrantes del grupo que le deparó la fama, sino también varios otros problemas legales, como el célebre juicio perdido por plagio en el tema “My sweet Lord”. El texto detalla también la serie de flirteos amorosos del músico, desde su debut sexual frente a la atenta mirada del resto del cuarteto de Liverpool en un prostíbulo de Hamburgo a los cruces e intercambios de pareja entre colegas y amigos. Entre estos, se releva con minuciosidad aquel triángulo conformado por Harrison, su esposa –la modelo Pattie Boyd– y su mejor amigo de aquella época, Eric Clapton, hecho que luego desencadenó la separación de la pareja y el casamiento posterior de los dos últimos, y que instalaría la historia en los anales del chismerío aplicado al rock. Otro aspecto en el que Shapiro indaga es la experiencia de Harrison como productor cinematográfico a través de su empresa Handmade Films, la cual financió éxitos como La vida de Brian del grupo Monty Python, y estrepitosos fracasos como Shangai Surprise, con Madonna y Sean Penn.
El libro se centra en la carrera musical de Harrison, y opta por un tradicional tratamiento cronológico de la historia, arrancando con su nacimiento el 25 de febrero de 1943 como cuarto y último vástago de una familia sumida en una Inglaterra devastada por los bombardeos de la guerra y las exhortaciones radiales de Winston Churchill. Harrison encontraría su línea de fuga en la guitarra, ingresando con apenas 15 años en los Quarrymen, la banda liderada por John Lennon y secundada por Paul McCartney, por el afán del primero de incorporar un guitarrista de rock and roll que le permitiera abandonar el sesgo “skiffle” que por entonces primaba en el grupo. A partir de allí, el relato de los devaneos y la evolución de esos muchachos hasta convertirse en la banda de rock más influyente de la historia se sustenta en tres pilares: la primera gira por Hamburgo, su reinado en el Cavern Club de Liverpool y el desembarco triunfal en los Estados Unidos.
Shapiro afirma que Harrison fue “el más privado y enigmático de los Beatles”, ocupando el rol del chico parco, tímido e introvertido, eclipsado tras los estertores ácidos e histriónicos de Lennon y la lozana simpatía de McCartney. No obstante, era admirado por ambos por sus dones como guitarrista, y con el tiempo logró introducir en los álbumes hits propios como “While my guitar gently weeps” o “Here comes the sun”. Desde la separación del grupo en 1970 sería él quien desempeñara una labor másreconocida como solista, sobre todo con el ambicioso triple All things must pass (1970) o Living in the material world (1973), o su resurrección con Cloud nine (1987), cuyo tema “Got my mind set on you” se convirtió en un hit.
El temor surgido tras aquel asesinato de Lennon profundizó en Harrison su tendencia al aislamiento, deparándole una vida de celosa reclusión junto a su segunda esposa Olivia y su hijo Dhani. No obstante, el 30 de diciembre de 1999, Michael Abram, paciente de un psiquiátrico, logró introducirse en su mansión y perforó el pulmón de George con un puñal. La herida agravó la disminución pulmonar provocada por la operación y el tratamiento oncológico comenzado en 1997, y Harrison pasó su últimos años luchando hasta el final contra los estragos de su enfermedad.

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McCartney, Starr y Harrison, en el reencuentro beatle de 1995.
 
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