ESPECTáCULOS
“No me canso, porque hago todo con amor y fervor”
La actriz Lydia Lamaison, que tiene 89 años y 75 de profesión, hace gala de un sorprendente dinamismo. Esta noche actúa en el C. C. Borges y luego hará temporada de invierno en Mar del Plata.
Por Hilda Cabrera
“Me considero una persona con un don maravilloso, el de tener buena salud física y mental”, dice la actriz Lydia Lamaison, quien desarrolla una actividad tan intensa que invita a descreer de los años que confiesa. En el recuento, suma 75 de profesión y apunta que en agosto cumple 89 de vida. “La persona que no abandona el estudio se mantiene mentalmente ágil. Es como con el cuerpo. Si se lo cuida, todo va bien. Yo no podría quedarme sentada en casa todo el día”, advierte en la entrevista con Página/12. En pocos días más tendrá que preparar las valijas para dirigirse a Mar del Plata. La razón es el traslado de la obra Parecen ángeles (“una historia de gente común”), de Jorge Medina, que representa hasta hoy en el Centro Cultural Borges (de Viamonte y San Martín), junto a Dora Baret, Ximena Fassi y Roberto Antier (como actor invitado). Esta pieza, dirigida por Carlos Evaristo, irá próximamente al Teatro Auditorium de la costa (Boulevar Marítimo 2380). Allí hará funciones durante las vacaciones de invierno y, tras su retorno a Buenos Aires y su reposición en el Centro Borges, partirá a Madrid.
En esta historia de encuentros y desencuentros dentro de un ámbito familiar, su personaje es el de una abuela bravía: “Una señora de temperamento fuerte, que quiere hacer valer sus decisiones y no estorbar a los suyos”, describe. Como los planteos no descartan el humor y la ternura, las asperezas se liman sin tragedia. “He hecho también papeles de mujeres de carácter débil, que necesitan ser protegidas, pero el público recuerda sobre todo a las más bravas”, observa esta actriz de sorprendente vitalidad. Es justamente ésta la que le ha permitido conciliar el trabajo en la televisión con el teatro. Hubo temporadas en que se desempeñó en uno y otro ámbito: “Y no es fácil hacer una función de teatro después de una grabación para la tevé, que insume de diez a doce horas de trabajo. Pero como todo lo hago con mucho fervor y amor, no me canso”.
No es ésta la primera vez que Lamaison realiza temporadas en Mar del Plata, pero siempre fue en verano. Cree que este año el público estará más dispuesto a ver espectáculos. “Llegan muchos turistas a la ciudad, y esta obra es apta para todo público –puntualiza–. Nuestra ilusión es que todo vaya bien.” Más allá de las expectativas que le produce el traslado, adelanta que prepara otro espectáculo para Buenos Aires, “una especie de collage”.
Mientras tanto, organiza en la Casa del Teatro (Av. Santa Fe 1235/43) la Feria de los artistas, que es anual y a beneficio de la institución, que Lamaison conduce junto a sus colaboradores. La Feria estará abierta durante las vacaciones de invierno, de domingo a domingo y desde las 16 hasta las 20. A la manera de una “feria americana”, salen a la venta las donaciones aportadas por artistas y gente de distinta profesión y nivel social. “Recibimos todo tipo de donación: ropas, muebles y otros objetos, también bijouterie, que es un atractivo más para el público. El que quiera enviarnos algo está a tiempo (el teléfono es 4811-2932). Para nosotros esta feria es de gran ayuda. Nos sirve para solventar los numerosos gastos que insume esta enorme casa. Tenemos una pequeña subvención, pero no alcanza. Acá se encuentran alojados poco más de 40 pensionados, con necesidades de alimentación, ropa, medicinas y asistidos por enfermeras. Este es un hogar y no un geriátrico. Debemos atenderlos como si estuvieran en su propia casa”, explica esta actriz que sabe cómo hacerse un espacio para participar como “invitada” en algún programa de televisión (“estuve con Luis Brandoni y Guillermo Francella”, cuenta) y protagonizar un papel central en el cine, como el que acaba de encarnar en una película dirigida por Carlos Puenzo, donde su personaje es desarrollado en dos etapas, en la juventud (allí el papel es de Belén Blanco) y la madurez.